Diplomacia

Panamá se retira de la Nueva Ruta de la Seda china por sus dudosos beneficios económicos

El presidente de Panamá expresó sus dudas sobre si el acuerdo realmente contribuía al país.

Tripulantes del portacontenedores chino Cosco Shipping Rose ondean las banderas china y panameña a su paso por las Esclusas de Cocolí, en el Canal de Panamá. [Luis Acosta/AFP]
Tripulantes del portacontenedores chino Cosco Shipping Rose ondean las banderas china y panameña a su paso por las Esclusas de Cocolí, en el Canal de Panamá. [Luis Acosta/AFP]

Por Edelmiro Franco V. |

CIUDAD DE PANAMÁ -- El gobierno panameño ha cancelado su acuerdo económico con la iniciativa china de la Nueva Ruta de la Seda (Belt and Road Initiative, BRI), una decisión estratégicamente acertada que no se espera que afecte al rol del país como centro logístico.

El Presidente José Raúl Mulino anunció la decisión el 6 de febrero, indicando que la embajada de Panamá en Pekín había presentado el preaviso requerido de 90 días para la rescisión.

"Así que, esa es una decisión que tomé", afirmó en rueda de prensa.

Mulino también cuestionó los beneficios del acuerdo, y criticó su falta de ventajas concretas para Panamá.

"Yo no sé qué animó en su momento a quien firmó eso con China", añadió.

"¿Eso qué ha traído para Panamá en todos estos años? ¿Cuáles son las grandes cosas? ¿Qué esa 'Belt and Road Initiative' ha traído al país?", cuestionó Mulino en tono molesto.

Nada que perder

Panamá fue el primero de Latinoamérica en unirse a la iniciativa china en noviembre de 2017, y ahora, el primero en retirarse, señaló Juan Arias, presidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura del país.

"Panamá fue el primer país que firmó en 2017. Sin embargo, Panamá no ha recibido grandes inversiones a consecuencia de este tratado. No veo las repercusiones", subrayó Arias en rueda de prensa el 8 de febrero.

Dado que los beneficios económicos esperados nunca se materializaron, Panamá no tiene nada que perder apartándose, indicó.

Lanzado en 2013 como el proyecto emblemático del presidente Xi Jinping, la Nueva Ruta de la Seda financia proyectos de infraestructuras en todo el mundo, a menudo con financiación y mano de obra chinas.

Sin embargo, los críticos advierten de que no sólo amplía la influencia geopolítica de China, sino que además endeuda a los países receptores.

Desde 2023, las inversiones chinas en infraestructura han llegado a casi 150 países. Sin embargo, muchos proyectos siguen inconclusos, lo que deja a varias economías en desarrollo lidiando con crecientes obligaciones financieras.

Influencia excesiva

El economista Eddie Tapiero, que ha estudiado de cerca la intervención de China en Panamá, calificó la decisión de Mulino de suspender el convenio con Pekín como "una buena decisión soberana que fortalece la relación con Estados Unidos".

"La geopolítica cambió y eso es lo que ha pasado. Obviamente, esta decisión ofende a China", señaló Tapiero, profesor de la Universidad Católica Santa María La Antigua y autor del libro “La Ruta de La Seda y Panamá: Escenario Prospectivo Estratégico entre América y China”.

A pesar de la medida, Tapiero no cree que las relaciones diplomáticas y comerciales de Panamá con China se vean afectadas.

La preocupación panameña por la excesiva influencia china en los asuntos internos de Panamá, especialmente en proyectos estratégicos como el Canal de Panamá, hizo que la decisión de Mulino de retirarse de la iniciativa de BRI fuera bien recibida.

Según los analistas, Panamá puede minimizar los riesgos geopolíticos reduciendo su dependencia de China. Esta política permitirá a Panamá diversificar sus alianzas y fortalecer el comercio con múltiples naciones.

Más allá de reforzar los lazos con Washington, la medida podría mejorar la cooperación de Panamá con otros países latinoamericanos, aportando posibles beneficios en materia de seguridad, comercio y ayuda internacional, según agregan los analistas.

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