Medios
China utiliza periodistas extranjeros para difundir propaganda del Partido Comunista
El PCCh ha invitado estratégicamente a periodistas latinoamericanos a China para recibir "capacitación mediática", una táctica que amplifica la propaganda de Beijing y moldea las percepciones internacionales.
Por Manoel Ossato |
RÍO DE JANEIRO – Un foro que reunió a casi 100 medios de comunicación y grupos de expertos latinoamericanos y chinos ha generado preocupación entre algunos periodistas y activistas de derechos humanos sobre la libertad de expresión.
El Foro de Cooperación de Medios de Comunicación China-Latinoamérica y el Caribe 2024 fue organizado conjuntamente por el Diario del Pueblo, portavoz del Comité Central del Partido Comunista Chino (PCCh), y el periódico brasileño de economía y negocios Monitor Mercantil.
En línea con los mensajes del PCCh, Hu Guo, vicepresidente del Diario del Pueblo, brindó una perspectiva positiva del evento.
"En los últimos 10 años, nos hemos centrado en mejorar nuestra estructura y hemos producido una gran cantidad de historias que exponen la vitalidad tanto de China como de Latinoamérica", declaró en el evento, según el canal estatal China Global Television Network. (CGTN).
El foro, que tuvo lugar el 16 de octubre en Río de Janeiro, brindó a Pekín la oportunidad de promover su modelo de periodismo censurado y controlado por el Estado, explicaron los críticos.
"Contar bien la historia de China"
El esfuerzo chino se remonta a muchos años atrás.
En agosto de 2013, el presidente chino Xi Jinping se dirigió a la Conferencia Nacional de Trabajo sobre Ideología y Propaganda y expuso su visión de la propaganda y la comunicación internacional.
Hizo hincapié en la importancia de "contar bien la historia de China" y pidió un mayor enfoque en la "propaganda externa" para forjar las narrativas globales.
Durante la última década, un número creciente de periodistas de Latinoamérica y el Caribe han visitado China, a expensas de Pekín, para participar en programas de "capacitación" en medios de comunicación.
Los instructores de esos cursos instan a los visitantes a alinearse con las perspectivas del PCCh sobre los asuntos internacionales, así como a adoptar las prácticas prevalecientes en el periodismo chino, según varios participantes de estos programas de capacitación.
"Contar bien la historia de China" implica, esencialmente, replicar la propaganda del PCCh.
Los instructores alientan a los participantes a producir solo informes positivos sobre las instituciones de sus países en lugar de abogar por la rendición de cuentas, comprometiendo así la independencia de los medios de comunicación en América Latina.
Miles de millones gastados
En una capacitación reciente a finales de agosto, China recibió a más de 200 representantes de 191 medios de comunicación de 76 países, según el Global Times de China.
En el escenario, los funcionarios del PCCh resaltaron los supuestos beneficios de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés), propuesta por Xi en 2013, para los países participantes.
Los funcionarios enfatizaron la "cooperación de beneficio mutuo", una narrativa impulsada insistentemente por los medios chinos controlados por el Estado.
Sin embargo, las críticas sobre la BRI y los préstamos predatorios de Pekín, denominados "la diplomacia de la trampa de la deuda", se extienden en el extranjero.
En septiembre de 2023, el Departamento de Estado de Estados Unidos publicó un informe que acusaba al gobierno chino de subvertir los medios de comunicación mundiales.
"China está manipulando los medios globales a través de la censura, la recolección de datos y las compras encubiertas de medios de comunicación extranjeros", resumió entonces Reuters.
Pekín suprime el desacuerdo con su narrativa sobre Taiwán, los derechos humanos y la economía china, según el informe.
El Departamento de Estado criticó el gasto de miles de millones de dólares anuales de China para manipular información extranjera y alentar la propaganda de las supuestas hazañas del régimen chino.
"Si no se controlan, los esfuerzos de Pekín podrían resultar en un futuro en el que la tecnología exportada por la RPC (China), los gobiernos locales cooptados y el miedo a las represalias directas de Pekín produzcan una fuerte contracción de la libertad de expresión global", declaró el Departamento de Estado.
"Una actuación grandiosa"
El PCCh dedica fondos considerables, aunque no revelados, a recibir a corresponsales extranjeros en estas visitas altamente organizadas y vigiladas, destinadas a controlar la narrativa sobre temas delicados.
No es raro que las autoridades lleven a periodistas y diplomáticos extranjeros a regiones como Xinjiang y el Tíbet, donde Pekín enfrenta acusaciones de violaciones de derechos humanos e incluso de genocidio.
Las visitas están estrictamente controladas y siguen un itinerario estricto, durante el cual los representantes del gobierno chino bombardean a los invitados con datos oficiales para convencerlos de que los informes negativos representan persecución por parte de los medios occidentales.
"Todo parece una gran actuación, cuyo guión elogia los logros del Partido de manera reiterada e incesante, incluso por la 'gente común' cuidadosamente elegida para hablar con nosotros", señaló a Entorno un periodista que pidió el anonimato.
"Estamos bajo vigilancia constante; no se puede escapar del guion ni explorar libremente la región para comprender la realidad local", añadió.
Comprometer la privacidad de los periodistas
Beijing parece estar definiendo cada vez más territorios como "sensibles", informó en abril el Club de Corresponsales Extranjeros de China (FCCC, por sus siglas en inglés) tras una encuesta a sus miembros.
"Un número cada vez mayor de periodistas tuvo problemas en regiones fronterizas con Rusia (79 %), naciones del Sudeste Asiático (43 %) o regiones étnicamente diversas como Mongolia Interior (68 %)".
"El ochenta y cinco por ciento de los periodistas que intentaron informar desde Xinjiang en 2023 experimentaron problemas", comentó el FCCC.
Un enorme 99 % de los encuestados coincidieron en que "las condiciones de presentación de informes en China rara vez o nunca cumplen con los estándares internacionales de presentación de informes".
Mientras tanto, los periodistas sospechan que Pekín viola su privacidad.
"La mayoría de los encuestados tenía motivos para creer que las autoridades posiblemente o definitivamente habían comprometido su WeChat (81 %), su teléfono (72 %) o habían colocado micrófonos de grabación de audio en su oficina u hogar (55 %)", señala el FCCC.
China alberga uno de los "entornos de medios más restrictivos del mundo y su sistema de censura más sofisticado, particularmente en línea", indicó Freedom House en su informe nacional de 2024 sobre China.
Ahora se esfuerza por exportar ese modelo a Latinoamérica.