Política
Colombia en vilo ante el foro CELAC-China en Pekín
Mientras los funcionarios chinos intensifican su presión sobre Bogotá para que se una a la Iniciativa de la Franja y la Ruta antes de que el presidente Gustavo Petro deje el cargo, los líderes empresariales colombianos advierten que la medida llega en el peor momento.
![El presidente colombiano Gustavo Petro (izq.) y el embajador chino Zhu Jingyang, el 15 de abril en Bogotá, discuten los preparativos para el Foro CELAC-China en Pekín. [Gustavo Petro vía X]](/gc4/images/2025/05/12/50371-zhu_petro-600_384.webp)
Por Edelmiro Franco V. |
BOGOTÁ -- Los gremios empresariales y altos ejecutivos de Colombia están en alerta máxima ante la proximidad de la IV Reunión Ministerial del Foro CELAC-China.
CELAC es la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.
Programada para el 13 de mayo en Pekín, la cumbre reunirá al menos a tres presidentes latinoamericanos y podría cambiar el rumbo geopolítico y económico de Colombia.
Los acontecimientos recientes han sacudido al sector empresarial de Colombia, incluido el impulso de la administración de Gustavo Petro para unirse al bloque comercial BRICS y su plan de firmar un acuerdo en Pekín que alinearía formalmente a Colombia con la iniciativa global china de la Franja y la Ruta (BRI).
BRICS recibe su nombre de sus primeros miembros: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, mientras que la BRI es un conjunto global de proyectos de transporte financiados por China.
Se espera que diecisiete ministros de Relaciones Exteriores de los estados miembros de la CELAC asistan a la cumbre de Pekín, junto con los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil, Gabriel Boric de Chile y Petro, quien actualmente se desempeña como presidente pro tempore de la CELAC.
Petro busca concretar la adhesión de Colombia a la BRI durante la cumbre. Varios países de la región, como Uruguay, Ecuador, Venezuela, Chile, Bolivia, Costa Rica, Cuba, Nicaragua, Argentina, Perú y Panamá, ya se han unido. Sin embargo, Panamá se retiró del acuerdo en febrero, alegando casi siete años de ganancias económicas limitadas.
China utiliza la BRI como herramienta estratégica para profundizar su influencia económica y política en Asia, África, Europa y Latinoamérica, según varios analistas. Mediante una red de acuerdos bilaterales y multilaterales, Pekín ha ampliado sus rutas comerciales, financiado proyectos de infraestructura y asegurado el acceso a los recursos naturales de los países participantes.
Grupos económicos en shock
Funcionarios chinos en Bogotá han estado presionando a la administración de Petro para que se adhiera a la BRI antes de que deje el cargo el próximo año. Sin embargo, esta posibilidad ha suscitado fuertes críticas de las principales asociaciones empresariales colombianas.
La Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), la Asociación Nacional de Comercio Exterior (ANALDEX), la Asociación de Industriales Latinoamericanos (AILA) y la Cámara de Comercio Colombo-Americana (AmCham Colombia) han expresado su firme oposición a la alineación de Colombia con la iniciativa liderada por China.
El presidente de ANDI, Bruce Mac Master, calificó la medida de "bastante inoportuna y provocadora", argumentando que la BRI sirve como "un mecanismo logístico para favorecer a China en su comercio internacional".
En una entrevista publicada el 6 de mayo por la revista Semana, Mac Master advirtió que posicionarse del lado de Pekín, en un momento de escalada de aranceles globales, podría dañar la posición comercial de Colombia.
"En especial porque ese país nos compra 2.000 millones de dólares [por año] en materias primas, mientras que Estados Unidos nos compra productos de todo estilo", declaró. "Colombia tiene que tomar una decisión muy seria alrededor de cuál va ser su estrategia internacional y aclarar quién realmente es nuestro aliado y quién sólo está buscando acceder a nuestro mercado".
Los líderes del sector privado dicen que la próxima cumbre CELAC-China podría enviar señales preocupantes justo cuando muchos países latinoamericanos buscan lazos comerciales más fuertes con Washington.
Estas asociaciones han instado al gobierno de Petro a proceder con cautela y han enfatizado que Estados Unidos sigue siendo el principal socio comercial de Colombia.
Los analistas dicen que sus preocupaciones no son infundadas.
Enrique Prieto, profesor de Derecho Internacional en la Universidad del Rosario en Bogotá entiende "la preocupación de los empresarios". Tras la reunión en Pekín, Estados Unidos podría elevar la tasa arancelaria básica de Colombia por encima del 10% actual.
Un aumento de ese tipo, advirtió, podría provocar problemas en toda la región. Sería "muy malo para cualquier país de Latinoamérica porque repercute en temas de empleo, impuestos y seguridad".
Prieto también subrayó el alcance limitado de la CELAC, que funciona como un foro intergubernamental más que una organización internacional formal.
Los empresarios contraatacan
El plan del gobierno colombiano para unirse a la BRI de China busca "fortalecer la cooperación en infraestructura, comercio y tecnología", anunció Petro a mediados de abril. Sin embargo, los líderes del sector privado han expresado serias preocupaciones sobre esta medida.
Javier Díaz, presidente de ANALDEX, calificó el anuncio de "inconveniente" en vista de la actual crisis comercial mundial y las tensiones arancelarias entre Estados Unidos y China.
El acuerdo "nos puede causar mucho daño, no solamente en nuestro relacionamiento en materia exportadora, sino en los mecanismos de defensa comercial", advirtió Díaz el 6 de mayo en W Radio.
María Claudia Lacouture, presidenta de AmCham Colombia, cuestionó públicamente la estrategia del gobierno en una serie de publicaciones en X dirigidas a la canciller Laura Sarabia. Lacouture exigió respuestas sobre el impacto económico, geopolítico e industrial de sumarse a la iniciativa.
"¿Qué resultados concretos han experimentado otros países que se han adherido a la Iniciativa de la Franja y la Ruta en términos de crecimiento económico, infraestructura o transferencia de conocimiento?", preguntó Lacouture.
Señaló el enorme déficit comercial de Colombia con China. En 2024, superó los 12 300 millones de dólares.
"¿Cómo se espera que esta adhesión contribuya a una mayor simetría en la relación comercial?", preguntó a Sarabia.
"¿Qué mecanismos establecerá China para asegurar que su relación comercial con Colombia no genere distorsiones de mercado, ni prácticas de competencia desleal que perjudiquen a la industria y el empleo colombiano?", concluyó.
En un discurso pronunciado el 6 de mayo en el palacio presidencial, Petro reconoció estas preocupaciones y afirmó que no quiere que "China sea productora de pobreza". China debe ayudar a reequilibrar la brecha comercial actual, ya sea mediante una mayor inversión en Colombia o un aumento de las compras de productos colombianos, afirmó.
"De eso vamos a hablar", añadió.
José Manuel Restrepo, ex ministro de Hacienda, fue tajante en su valoración: "¡No juguemos con fuego!".