Medio Ambiente
Un jardín botánico chileno arrasado por los incendios planta árboles autóctonos para mejorar su resistencia
Ante el aumento de las temperaturas, el parque está tomando medidas proactivas para estar mejor preparado para resistir los incendios forestales.
![El director del Jardín Nacional Botánico de Chile, Alejandro Peirano, muestra los avances en la reforestación de una zona afectada por el incendio forestal del pasado febrero en el jardín de Viña del Mar, Chile. [Javier Torres/AFP]](/gc4/images/2025/01/20/48825-chile1-600_384.webp)
Por AFP |
VIÑA DEL MAR, Chile -- Tras un incendio forestal que arrasó con el mayor jardín botánico de Chile, el centenario parque ha plantado miles de árboles autóctonos con los que espera tener menos probabilidades de arder.
El incendio del pasado febrero, considerado el más mortífero de la historia reciente de Chile, mató a 136 personas, arrasó barrios enteros y destruyó el 90% de las 400 hectáreas del Jardín Nacional Botánico de la ciudad costera de Viña del Mar.
Es sólo cuestión de tiempo antes de que regresen los incendios forestales, según comentó el director del parque, Alejandro Peirano.
"Sí o sí vamos a tener un incendio. Eso lo tenemos claro", declaró a AFP, bajo uno de los árboles que sobrevivieron a las llamas.
![Los restos carbonizados de la casa de la encargada del Jardín Nacional Botánico de Chile, Patricia Araya, donde perecieron trágicamente ella, su madre de 92 años y dos de sus nietos, en el jardín de Viña del Mar, Chile, el pasado 6 de febrero. El jardín, diseñado por el arquitecto francés Georges Dubois en 1918, fue arrasado por un incendio forestal. [Pablo Vera/AFP]](/gc4/images/2025/01/20/48826-chile2-600_384.webp)
![Una vista aérea capta los esfuerzos de reforestación en marcha en una zona dañada por el incendio forestal del pasado febrero en el Jardín Nacional Botánico de Chile en Viña del Mar. [Javier Torres/AFP]](/gc4/images/2025/01/20/48827-chile3-600_384.webp)
Dado que las autoridades prevén otra intensa temporada de incendios forestales debido al aumento de las temperaturas, la dirección quiere asegurarse de que el jardín esté en mejores condiciones para sobrevivir.
Se estableció una nueva "línea de batalla" con árboles como el litre, el quillay y el colliguay, originarios de bosques mediterráneos de zonas con veranos secos y calurosos.
"La idea es poner las especies que se queman más lento, de frente en la línea de batalla (...) para que los incendios, que se van a producir, no avancen tan rápido", explicó Peirano.
La recuperación echa raíces
El calor del verano y las fuertes ráfagas de viento hicieron que el incendio de febrero arrasara rápidamente con Viña del Mar, a 120 km al noroeste de Santiago, dejando a 16 000 habitantes sin hogar.
El jardín, diseñado por el arquitecto francés Georges Dubois en 1918, contaba con 1 300 especies de plantas y árboles, entre helechos autóctonos y exóticos, cipreses de montaña, palmeras chilenas y cerezos japoneses.
Algunos árboles procedían de semillas que sobrevivieron al bombardeo atómico de Hiroshima en 1945.
El parque albergaba una fauna silvestre que incluía marsupiales, zorros grises e innumerables aves.
Hace algunas semanas, en una de las laderas del jardín, decenas de voluntarios comenzaron a plantar 5 000 árboles autóctonos que reciben agua por un sistema de riego.
Se espera que en dos años el follaje sea lo suficientemente grande como para dar sombra y favorecer el rebrote de otras especies a su alrededor.
La plantación de árboles forma parte de la primera fase de un plan para revitalizar el jardín mediante una asociación público-privada.
También se espera reforestar el parque con especies capaces de adaptarse "a las escasas lluvias y a la sequía prolongada", según Benjamín Véliz, ingeniero forestal de Wildtree, un grupo conservacionista que participa en el proyecto.
También se están creando cortafuegos en los límites del parque y se están limpiando sus quebradas de vegetación seca y basura que alimentan los incendios.
A diferencia del eucalipto, una especie exótica que arde rápidamente, algunos árboles autóctonos pueden soportar o contener las llamas durante más tiempo, según la Universidad Técnica Federico Santa María (USM).
Estudios científicos han demostrado que el quillay y el litre, por ejemplo, son menos inflamables que el eucalipto y el pino, explica Fabián Guerrero, investigador de la USM.
Cuando el fuego se desató el pasado febrero, poco pudieron hacer los bomberos para impedir que consumiera la mayor parte del parque en menos de una hora.
Pero la naturaleza se recupera lentamente: las abundantes lluvias caídas en 2024 en la zona central de Chile, tras más de una década de sequía, ya han generado brotes verdes de recuperación al jardín botánico.
La belleza de los bosques esclerófilos resistentes a las sequías veraniegas es que "estos árboles que se queman, vuelven," explicó Peirano.