Economía
Brasil participa en la carrera mundial por las tierras raras con apoyo occidental
Brasil se posiciona como una alternativa a China en materia de tierras raras. Ofrece métodos de extracción más limpios y atrae el interés occidental, a pesar de los altos costos y la limitada financiación para ampliar la producción.
![La mina Morro do Ouro en Minas Gerais, Brasil. Dado que el país aspira a convertirse en un proveedor global de tierras raras (TER), su modelo de extracción, a diferencia de los métodos químicos contaminantes de China, se basa en técnicas menos profundas y más limpias. Los países occidentales han mostrado un creciente interés. [Agência Brasil]](/gc4/images/2025/06/30/50994-brasil_tierras_raras-600_384.webp)
Por Waldaniel Amadis |
SÃO PAULO -- Brasil ha emergido como un nuevo contendiente en la carrera por los elementos de tierras raras (REE), los minerales estratégicos esenciales para vehículos eléctricos, turbinas eólicas, teléfonos inteligentes y tecnología militar avanzada.
Como el segundo mayor poseedor de reservas de tierras raras del mundo, sólo detrás de China, Brasil ahora atrae cada vez más la atención de Estados Unidos, Alemania y otras naciones que buscan reducir su dependencia de Pekín.
La firma canadiense Aclara Resources lidera uno de los nuevos proyectos más prometedores. Desarrolla una mina en Nova Roma, en el estado central de Goiás, con una planta piloto de procesamiento cerca de Goiânia. Con el respaldo de inversión privada estadounidense, el proyecto de Aclara sitúa a Brasil en el centro de una cadena de suministro global reconfigurada.
Las recientes restricciones impuestas por China a las exportaciones de minerales críticos sólo han agudizado el interés en fuentes alternativas.
En respuesta, Brasil está mapeando nuevos depósitos y explorando formas de extraer tierras raras de los desechos mineros, particularmente elementos valiosos como el neodimio, el disprosio y el terbio, utilizados en imanes de alto rendimiento.
Métodos más limpios, mayores costos
El modelo de extracción de Brasil difiere marcadamente de los métodos químicos altamente contaminantes de China.
Aclara planea excavaciones superficiales, seguidas del transporte de arcilla y la restauración del suelo sin el uso de presas de relaves, una distinción clave en un país con un trágico historial de desastres ambientales relacionados con la minería. Aun así, los costos siguen siendo un obstáculo.
La extracción de tierras raras en Brasil puede costar hasta tres veces más que en China, y pocas empresas en el mundo poseen la tecnología de refinación necesaria.
A pesar de poseer más del 20% de las reservas mundiales conocidas, alrededor de 21 millones de toneladas, Brasil produjo sólo 80 toneladas en 2023. China, en cambio, extrajo más de 200 000.
Los funcionarios esperan aumentar la producción nacional durante la próxima década con nuevas asociaciones público-privadas e inversiones en tecnología.
El gobierno brasileño, a través de su agencia de investigación industrial Embrapii, ha lanzado una red nacional de innovación que reúne a universidades, el Servicio Geológico Brasileño (CPRM) y empresas privadas para fortalecer la experiencia técnica del país en la exploración y procesamiento de tierras raras.
"Un polo prominente"
Aunque la limitada financiación estatal puede no cubrir totalmente los costos de completar los proyectos de energías renovables, el banco nacional de desarrollo de Brasil, BNDES, sigue abierto a asociarse con instituciones internacionales.
"El mundo se ha dado cuenta de que no puede depender de un solo país", afirmó José Gordon, director de desarrollo, comercio exterior e innovación, en declaraciones recogidas por Bloomberg Línea el 11 de junio.
Entre los proyectos activos se encuentra uno dirigido por la empresa australiana Viridis Mining & Minerals.
El primer año de estudios arrojó "excelentes resultados" y destacó el potencial de la región como un polo prominente en la producción de tierras raras, según la Secretaría de Desarrollo Económico y Trabajo de Poços de Caldas.
Poços de Caldas es un municipio del estado de Minas Gerais, sureste del país, donde se ubica el proyecto.
Para convertirse en un verdadero actor global, Brasil debe ir más allá de la extracción de materias primas y construir una cadena de suministro integral a nivel nacional. El reto reside en desarrollar la capacidad industrial para procesar tierras raras (TER) a nivel nacional y posicionarse como un proveedor estable y sostenible.
Para un país que busca influencia económica y geopolítica, las REE pueden ofrecer una oportunidad única.