Energía
El futuro de la energía de Brasil: ¿Los combustibles fósiles o las energías renovables serán impulsadas por las inversiones de China?
El histórico contrato brasileño de transmisión de electricidad con China, el mayor de la historia, podría fortalecer inadvertidamente la dependencia de los combustibles fósiles.
Por Waldaniel Amadis |
SÃO PAULO, Brasil -- Un nuevo acuerdo con China podría hacer que Brasil dependa de ella para obtener energía.
El gobierno brasileño firmó el 3 de abril un contrato multimillonario con China State Grid para la construcción de líneas de transmisión de energía.
Estas líneas tienen como objetivo promover las energías renovables dentro del país.
El 3 de abril, los funcionarios también firmaron contratos para dos paquetes más pequeños de proyectos asignados a empresas brasileñas durante la misma subasta.
La inversión total se estima en 4.340 millones de dólares y facilitará la instalación de 4.471 kilómetros de líneas de transmisión.
"Los tres lotes negociados [el contrato de China State Grid y los dos paquetes más pequeños de proyectos] prevén una extensión de 4.471 kilómetros de líneas de transmisión y subestaciones con una capacidad de transformación de 9.840 MVA [megavoltmperios], ubicadas en los estados de Goiás, Maranhão, Minas Gerais, São Paulo y Tocantins", señaló la oficina de la Presidencia de Brasil en un comunicado.
Se estima que la construcción del proyecto tardará entre 60 y 72 meses. Su objetivo es "ampliar la capacidad de interconexión" entre el noreste de Brasil y el centro-sur de Brasil.
El contrato de China State Grid tiene un valor de más de 3.600 millones de dólares y contempla la construcción de una red de transmisión eléctrica de 1.513 kilómetros de longitud en los estados de Maranhão (noreste), Tocantins y Goiás (centro-sur).
Dependencia de China
El aumento de proyectos que involucran la participación china en sectores críticos de la economía brasileña, en particular la de la energía, ha generado preocupaciones sobre la posible dependencia que Brasil podría desarrollar del capital y las inversiones chinas.
El acuerdo con China State Grid marca el mayor contrato de transmisión de energía jamás registrado en Brasil.
Actualmente, la empresa estatal china supervisa las operaciones de 19 concesionarios de transmisión de electricidad en todo Brasil, junto con otros cinco a través de empresas conjuntas.
China State Grid tiene la intención de invertir otros 40.000 millones de dólares en Brasil en los próximos años, abarcando los sectores de transmisión, producción, distribución y energía renovable.
Además, pretende involucrarse en emprendimientos mineros estratégicos orientados a facilitar la transición de la energía.
Efectos colaterales
El gobierno brasileño y varios sectores son optimistas sobre estas nuevas inversiones y su capacidad para facilitar la integración de la generación de energía renovable en la red eléctrica nacional, fomentando una transición energética clave.
Sin embargo, algunos analistas advierten sobre riesgos inherentes, incluida la potencial promoción de fuentes de energía contaminantes, como los combustibles fósiles.
Si bien algunos proyectos promueven la energía solar y eólica, otros prevén el uso de combustibles fósiles, indicaron a Entorno fuentes del Instituto Brasileño de Defensa del Consumidor (IDEC), miembro de la coalición de la sociedad civil conocida como Coalición por las Energías Limpias.
En una entrevista con el portal Diálogo Chino, el economista Anton Schwyter, quien se desempeña como consultor del programa energético IDEC, destacó potenciales efectos colaterales asociados a la implementación de nuevas líneas de transmisión.
En el marco de la privatización de la estatal Eletrobras, el Congreso autorizó en 2022 la instalación de centrales térmicas de combustibles fósiles en el noreste, citando el objetivo de "garantizar la seguridad energética" de la población, según afirmó.
Reavivamiento del interés
Cuando en 2022 se organizó una subasta para solicitar ofertas para la construcción de centrales termoeléctricas, nadie participó. Este silencio del mercado probablemente se debía a la inadecuada infraestructura energética de la región.
Según Schwyter, la finalización prevista de estas líneas de transmisión reaviva el interés en los proyectos de generación de energía a partir de combustibles fósiles.
También expresó su preocupación por la viabilidad a largo plazo de un modelo que depende en gran medida de líneas de transmisión de larga distancia. Estas líneas, con una vida útil de 50 años, podrían tener dificultades para seguir el ritmo del panorama energético en rápida evolución y quedar obsoletas antes de alcanzar su máximo potencial.
“Me pregunto si tiene sentido construir líneas de transmisión de doble vía cuando existe la posibilidad de que cada uno tenga su propio [sistema eléctrico]”, declaró a Diálogo Chino.
Los grupos ambientalistas han expresado su preocupación por el impacto ecológico de estos proyectos, particularmente en áreas sensibles como zonas protegidas y territorios indígenas.
Muchas de estas líneas de transmisión atraviesan dichas regiones, alterando potencialmente ecosistemas delicados y formas de vida tradicionales.