Seguridad

Con explosiones y coraje, Colombia combate minas de oro en manos de bandas criminales

Trabajadores locales empleados por bandas criminales dirigen estas explotaciones mineras ilegales, y las bandas desvían una parte de sus ganancias como "impuestos" a los ex miembros de las FARC.

Un oficial de policía custodia la base Alto del Huey en el Parque Natural Farallones, cerca de Cali, Colombia. Durante más de medio siglo, grupos armados clandestinos han explotado la minería ilegal de oro en estas montañas envueltas en niebla, utilizando mercurio, un metal tóxico que contamina el suministro de agua para los 2,2 millones de residentes de Cali. [Joaquín Sarmiento/AFP]
Un oficial de policía custodia la base Alto del Huey en el Parque Natural Farallones, cerca de Cali, Colombia. Durante más de medio siglo, grupos armados clandestinos han explotado la minería ilegal de oro en estas montañas envueltas en niebla, utilizando mercurio, un metal tóxico que contamina el suministro de agua para los 2,2 millones de residentes de Cali. [Joaquín Sarmiento/AFP]

Por AFP |

Un fino cordón detonante serpentea hacia una mina de oro ilegal excavada en la ladera de una montaña cerca de la ciudad colombiana de Cali. Con un estruendo ensordecedor, la explosión destruye una lucrativa fuente de ingresos para los grupos armados, incluidos los rebeldes de izquierda vinculados al narcotráfico.

La explosión derribó las paredes de un túnel que conducía a la mina en el Parque Nacional de los Farallones, un tramo de la cordillera de los Andes que bordea la tercera ciudad más grande de Colombia.

La entrada ahora está bloqueada por toneladas de escombros, lo que ha dejado la mina fuera de servicio.

Los ingenieros, la policía y los funcionarios municipales asignados para derribarla necesitaron 10 horas para caminar hasta la mina, que los trabajadores excavaron a una altitud de 3.400 metros.

Soldados caminan sobre una mina de oro ilegal destruida en el Parque Natural Farallones, cerca de Cali, Colombia. [Joaquín Sarmiento/AFP]
Soldados caminan sobre una mina de oro ilegal destruida en el Parque Natural Farallones, cerca de Cali, Colombia. [Joaquín Sarmiento/AFP]

Los mineros ilegales que operan bajo el control de bandas delictivas locales y rebeldes de izquierda han estado explotando minas como ésta durante décadas en estas montañas cubiertas de niebla.

Para extraer el oro utilizan mercurio, un metal líquido tóxico que está contaminando el agua utilizada en Cali, donde viven 2,2 millones de habitantes.

"Todo ese mercurio va a la tierra" y termina en los ríos que abastecen de agua potable a la ciudad, afirmó el ingeniero principal de la operación de detonación, que por razones de seguridad no quiso dar su nombre.

La AFP acompañó al equipo de detonaciones en un ascenso de tres días por las montañas, que utilizó mulas para transportar el equipamiento.

El gobierno estima que el 85% del oro que exporta Colombia proviene de minas sin licencia.

Las minas autorizadas produjeron al menos 248 toneladas de oro entre 2017 y 2022, según las Naciones Unidas (ONU).

En la región de Cali, el agotador y gélido trabajo de escalar una montaña para excavar en busca de oro lo realizan residentes locales empleados por bandas delictivas locales.

Estos, a su vez, pagan un impuesto a los rebeldes que han formado grupos disidentes, surgidos del otrora ejército guerrillero conocido como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), quienes depusieron sus armas en virtud de un histórico acuerdo de paz de 2016 después de décadas de lucha.

Así, estos disidentes de las FARC dirigen una gran red de minas ilegales que se extiende más allá de la región de Cali.

Trabajando en altitud

Mientras los ingenieros se preparan para provocar la explosión con un grueso tendido de cables rojos, los policías armados con rifles y máscaras antigás los protegen.

Los explosivos fueron llevados al lugar en helicóptero.

Un hombre hace sonar una sirena para advertir que se avecina una explosión, luego otro activa un detonador que desencadena la explosión y una nube de humo blanco.

Mientras acampan por la noche, los miembros del equipo ven a lo lejos las luces de Cali, que fue sede de una conferencia de la ONU sobre biodiversidad en octubre y noviembre.

Este tipo de misiones para eliminar minas no autorizadas se ha intensificado en los últimos meses.

El subsecretario de seguridad de Cali, Álvaro Pretel, señaló que las cuadrillas han destruido 11 minas en pleno funcionamiento y otras 27 que estaban en proceso de excavación.

La mina de la cual AFP fue testigo de su destrucción ya no estaba activa, ya que los mineros la habían abandonado bajo la presión de las fuerzas del orden.

Agua y mercurio

En este lugar en particular, en lo alto de las montañas, nacen siete ríos que abastecen de agua a la ciudad, indicó Pretel.

Y sólo en el último año se utilizó casi una tonelada de mercurio en las minas ubicadas fuera de Cali, agregó.

Este metal brillante y peligroso, declaró, "tarde o temprano termina en el agua potable de los caleños".

La agencia gubernamental que supervisa los parques nacionales de Colombia encontró alrededor de 420 pozos de excavación en el parque Farallones en 2019, comentó Pretel.

En 2022, la ONU explicó que detectó 69.000 hectáreas de tierra en Colombia donde se practicaba la minería ilegal de oro.

En mayo, las autoridades informaron que encontraron niveles excesivos de mercurio y arsénico (que también se utiliza en la minería de oro) cerca de un acueducto que conduce a la ciudad.

La minería ilegal puede ser incluso más lucrativa que el tráfico de cocaína, según los analistas.

En ocasiones, las autoridades han encontrado minas en las que trabajaban hasta 1.000 mineros, quienes arrojaron proyectiles cuando la policía intentó entrar y detener la actividad, expresó Gustavo Escobar, director de una unidad policial encargada de combatir la minería ilegal.

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Se podían ahorrar la frase "revolucionarios de izquierda"al describir a las bandas criminales que explotan las minas ilegales, pues no es cierto que existan revolucionarios de izquierda armados en Colombia, solo existen bandas de crimen organizado y criminales, así como también carteles de narcos y paramilitares