Por Entorno | 2025-09-09

El enorme apetito de China por el oro (parte de una estrategia para reducir la dependencia del dólar estadounidense, protegerse contra las sanciones y aumentar la influencia monetaria) está impulsando un aumento de la minería ilícita en todo el Sur Global, según un informe de The Washington Post.

La investigación, basada en imágenes satelitales, datos comerciales, registros gubernamentales y visitas de campo, encontró una destrucción medioambiental generalizada desde Indonesia hasta Ghana y la Guayana Francesa vinculada a estas operaciones.

The Post mencionó en su informe del 12 de agosto que "obtuvo documentos internos del gobierno y visitó media docena de comunidades aisladas con minas de oro que se están transformando en operaciones chinas".

Según el informe, inversores mineros chinos en Indonesia anuncian en redes sociales chinas un acceso "gratuito y sencillo" a yacimientos de oro. Funcionarios de la ONU advierten que el crimen organizado permea el comercio mundial del oro, con cárteles, grupos terroristas y mercenarios que se benefician del precio de 3000 dólares por onza, a menudo en cooperación con empresas chinas que operan con el sistema "de la mina al mercado".

Los investigadores señalan que la mayoría de las operaciones ilícitas son financiadas de forma privada por ciudadanos chinos que trabajan con poca supervisión de Pekín. The Post agregó que las naciones ricas en oro acusan a China de permitir el robo de recursos e ignorar los pedidos de ayuda para acabar con los sindicatos.

Reservas de oro opacas

En Ghana, cientos de ciudadanos chinos han sido arrestados, pero muchos son liberados rápidamente, según el informe. Al mismo tiempo, Indonesia informa casi a diario sobre descubrimientos de minas ilegales vinculadas a operadores chinos, y analistas de defensa franceses afirman que los inversores chinos forman una "cadena logística crucial" en las redes de oro ilegal de Sudamérica, según The Post.

China, uno de los principales compradores de oro del mundo durante más de una década, mantiene reservas poco transparentes. Según el informe, los analistas sospechan que el Banco Popular de China adquiere mucho más de lo que declara, y Goldman Sachs estima que algunas compras mensuales están subdeclaradas en hasta 60 toneladas.

El Banco Popular de China no respondió a las solicitudes de comentarios de The Post.

Las operaciones ilegales chinas difieren de la minería artesanal local, que depende del uso de herramientas manuales y de la minería industrial regulada. Los sindicatos traen maquinaria pesada, operan sin protecciones medioambientales y utilizan cada vez más cianuro en lugar de mercurio, lo cual aumenta la producción, pero agrava la contaminación, según The Post.

En 2024, las autoridades indonesias descubrieron una mina ilegal en la isla de Lombok que abarcaba el equivalente a 184 campos de fútbol y producía aproximadamente 5,5 millones de dólares en oro al mes, según la investigación.

La corrupción es un obstáculo importante para la aplicación de la ley. Según el informe de The Post, las autoridades indonesias admiten que los procesos judiciales a menudo se estancan e, incluso cuando ciudadanos chinos son juzgados, las absoluciones o las condenas leves son comunes. En un caso, una mina ilegal de una milla de longitud que empleaba a 80 personas resultó en la anulación de condenas debido a mala praxis judicial.

El periódico indica que, si bien Pekín insiste públicamente en que sus ciudadanos en el extranjero respetan las leyes locales, las autoridades de los países productores de oro afirman que la cooperación es escasa. El informe añade que los representantes chinos evitan las discusiones multilaterales sobre flujos ilícitos, como el Foro de la OCDE de 2025 en París.