Economía
Compre ahora, pague después: la invasión del comercio electrónico chino en Latinoamérica
Los minoristas electrónicos chinos están atrayendo a los consumidores latinoamericanos hacia un modelo de negocios que socava el medioambiente y causa estragos en las industrias nacionales de los consumidores.
Por AFP |
SANTIAGO -- Isidora Olave abre un paquete que contiene una camiseta, una falda y un puñado de pegatinas con brillantina enviados a su puerta en Santiago de Chile, a casi 20 000 kilómetros de China.
Al igual que muchos de sus compañeros, la estudiante de odontología de 20 años dice que ya no necesita ir a los centros comerciales.
En su lugar, compra de forma barata y cómoda "moda ultrarrápida" en plataformas chinas como Shein, Temu y AliExpress, que ofrecen de todo, desde productos para el hogar hasta papelería.
"Lo compré en Shein porque lo necesitaba para una ocasión específica y me salió más barato que comprarlo acá en Chile", comentó Olave a AFP en Santiago sobre su última adquisición online.
Pagó 15 dólares por el pedido, incluido el envío, aproximadamente la mitad de lo que habrían costado los mismos artículos en una tienda local.
Según la plataforma de datos Statista, los latinoamericanos gastaron unos 122 000 millones de dólares en compras online en 2022, una cifra que se espera que aumente a 200 000 millones de dólares para 2026.
Se trata de una tendencia de consumo de rápido crecimiento que tiene una enorme huella de carbono y consecuencias desconcertantes para la industria nacional.
Las Naciones Unidas (ONU) afirman que la industria de la moda genera aproximadamente el 10 % de las emisiones de carbono que calientan el planeta cada año, más que todos los vuelos internacionales y el transporte marítimo combinados.
Un informe de 2023 de la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad Estados Unidos-China, una agencia del gobierno estadounidense, afirmó: "Shein y otras plataformas de moda rápida están exacerbando esta tendencia".
Cada año, alrededor del 85 % de todos los textiles vendidos en el mundo terminan en vertederos, según la ONU.
La mayoría termina en países en desarrollo como Chile, cuyo desierto de Atacama presenta montañas cada vez mayores de ropa desechada.
"Un reto importante"
Latinoamérica, que en el pasado estaba sólidamente dentro de la esfera de influencia de los Estados Unidos, es un objetivo particular para la expansión comercial de China.
La iniciativa Belt and Road de Pekín ha invertido fuertemente en energía e infraestructura en la región, mientras China también expande su presencia diplomática y cultural.
En un intento por proteger a la industria nacional del ataque comercial chino, Chile y Brasil han eliminado las exenciones de impuestos para clientes individuales en compras extranjeras inferiores a 41 y 50 dólares, respectivamente.
México está considerando implementar controles más estrictos, pero los analistas no están convencidos de que se pueda detener la marea.
Empresas como Shein y Temu dependen de una receta de precios de productos bajos, anuncios dirigidos a una audiencia cautiva en las redes sociales y acuerdos de precios ventajosos con las compañías navieras.
Sus ventas se vieron impulsadas por la pandemia de COVID-19 que relegó a millones de trabajadores y estudiantes a realizar sus compras desde casa.
En el control aduanero del aeropuerto de Santiago, el resultado es evidente: en 2023, se gestionaron 20 millones de paquetes entrantes y, en 2024, se prevé que la cifra cierre en unos 30 millones.
El número de paquetes recibidos creció cerca de 1000 % en cinco años, afirmó la jefa de aduanas de Santiago, María José Rodríguez.
Controlar los paquetes para detectar posibles casos de contrabando "ha sido un gran desafío desde el punto de vista operativo", explicó a AFP.
El mes pasado, la Unión Europea anunció una investigación sobre las preocupaciones de que Temu está haciendo muy poco para detener la venta de productos ilegales.
Y, en 2023, los legisladores estadounidenses pidieron garantías a Shein, Temu y otras marcas sobre las afirmaciones de que sus productos se fabrican mediante trabajo forzado.
Riesgo de adicción
Los observadores de salud mental advierten sobre los posibles riesgos psicológicos asociados con la adicción a las compras en un mundo donde el marketing se ha vuelto cada vez más intrusivo.
"Por la noche, en lugar de ver una serie, muchas personas pasan tiempo deslizando la pantalla [del móvil]", explica a AFP la psicóloga uruguaya de marketing Verónica Massonier.
Los consumidores jóvenes, enfrentados al fenómeno añadido de la presión social, son los más propensos a ser víctimas de las compras impulsivas, añadió.