Economía
La construcción china de un megapuerto en Perú sigue sacudiendo a la comunidad local
Desde el inicio del proyecto de construcción por la empresa estatal china "Cosco" en 2016, una localidad peruana ha sido víctima de explosiones, derrumbes de terrenos y falta de responsabilidad.
Por Alicia Gutiérrez |
LIMA -- La construcción de un puerto marítimo por parte de un gigante naviero chino está enfureciendo a los residentes de una ciudad peruana.
Los residentes de Chancay, aproximadamente a 80 kilómetros al norte de Lima, se movilizaron una vez más en una protesta pacífica el 10 de noviembre.
Se han unido para oponerse a la privatización de los recursos naturales y protestar contra los abusos sociales y ambientales infligidos por la construcción del megapuerto por la empresa estatal china Cosco Shipping Ports.
Con una inversión superior a los 3.600 millones de dólares, se anticipa que este proyecto se convertirá en el mayor puerto del Pacífico sudamericano, marcando la iniciativa más importante de China de este tipo en la región. Los constructores del puerto prevén que tendrá un calado de 16 metros y capacidad para recibir barcos que transporten más de 18.000 contenedores cada uno.
La inauguración del megapuerto está prevista para el primer semestre de 2024, coincidiendo con la visita del presidente chino Xi Jinping a Perú para asistir a la cumbre anual del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
La construcción está a cargo de Cosco Shipping Ports Chancay Perú SA, cuyos accionistas son la empresa estatal china Cosco Shipping Ports Ltd (60%) y la minera Volcan (40%), de la sociedad suiza Glencore.
Desde 2016, los 63.000 habitantes de la zona costera al norte de Lima han sido testigos de explosiones, excavaciones y el movimiento incesante de maquinaria pesada que causan daños estructurales a sus viviendas.
Sacudiendo la comunidad
A principios de noviembre, los residentes hicieron una manifestación por su derecho al agua potable, haciendo énfasis en la monopolización del suministro de agua por parte de la empresa constructora china.
Esta protesta fue la última muestra de la indignación de la comunidad en relación con este problema.
Las autoridades han hecho la vista gorda a sus quejas, señaló Judith Apolinar, portavoz de la comunidad.
"Parece que pretenden privatizar el agua y entregársela a los chinos... Hay un pozo en Chancay destinado a la agricultura, pero ahora se utiliza para la ciudad que están construyendo, donde viven los trabajadores chinos responsables del proyecto", dijo.
Recordó un pasado inquietante cuando los pescadores artesanales locales fueron despojados de sus medios de sustento para dar paso a la construcción de la terminal marítima en la zona.
“La construcción de este megaproyecto se había aprobado a espaldas de un pueblo de pescadores que se oponía por temor a la contaminación de su bahía", declaró Apolinar, refiriéndose a una investigación realizada por el medio independiente Convoca.
Señaló que la operación fue clandestina, realizada por una de las compañías offshore de Volcan "para adquirir el terreno para una parte de este extenso proyecto".
Este proyecto generó muchas otras preocupaciones.
Los residentes han expresado su preocupación sobre el impacto ambiental asociado a la pesca china y los planes de utilizar el nuevo megapuerto para las exportaciones de minerales a China.
"El establecimiento de bases portuarias chinas a lo largo de la costa peruana implica el apoyo logístico para la flota pesquera china, y eso representa una amenaza para la sostenibilidad del calamar y varias otras especies en el Pacífico sudamericano", explicó Marcos Kisner Bueno a Entorno, exsecretario del Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero (FONDEPES).
Mientras tanto, la construcción del puerto implica un gran riesgo para la vida de los residentes, con múltiples incidentes de hundimiento del terreno durante la construcción.
El accidente más reciente, ocurrido en mayo durante la construcción de un túnel, provocó la destrucción de varias casas y graves daños a otras.
Preocupaciones por incumplimiento
A principios de noviembre, una coalición de miembros del Congreso se reunió para analizar la situación de los residentes del puerto de Chancay.
Insistieron que la empresa china respete los términos acordados y compense los daños a los locales afectados durante la construcción del megapuerto.
El legislador peruano Enrique Wong Pujada hizo énfasis en la necesidad de garantizar que la empresa china cumpla con todos los acuerdos y compromisos asumidos, tanto con las autoridades como con la población local durante la construcción del puerto.
Los congresistas Luis Aragón Carreño y Kelly Portalatino Ávalos expresaron su preocupación por el incumplimiento de los compromisos asumidos por la empresa estatal china con las autoridades y residentes de Chancay.
Pusieron énfasis en las cuestiones urgentes relacionadas con la indemnización y el reconocimiento de los daños causados, e insistieron en la necesidad de una resolución rápida.