Economía

La miel alterada china amenaza la apicultura argentina

La miel alterada china pone en peligro los mercados apícolas de Latinoamérica y el sustento de innumerables apicultores y agricultores.

Una abeja vuela junto a un girasol cerca de Juan José Castelli, provincia de Chaco, Argentina. [Luis Robayo/AFP]
Una abeja vuela junto a un girasol cerca de Juan José Castelli, provincia de Chaco, Argentina. [Luis Robayo/AFP]

Por Laura Beatriz Pacheco |

BUENOS AIRES -- El aumento de diversas formas de miel artificial a bajo precio procedente de China supone una amenaza significativa para mercados apícolas cruciales, que afecta sobre todo a países como Argentina, uno de los principales exportadores latinoamericanos.

Los productores de miel chinos han iniciado una guerra de precios en el mercado mundial. Los productores argentinos de miel pueden competir en calidad, pero no en precios.

Argentina es el tercer mayor exportador de miel del mundo, después de Nueva Zelanda y China.

En 2022, las exportaciones de miel de Argentina alcanzaron un máximo de 247 millones de dólares. Sin embargo, en la primera mitad de 2023, se produjo una notable disminución, con exportaciones por un total aproximado de 95 millones de dólares, según la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca.

El apicultor argentino Martín Landini, de la Reserva Natural de Tigre, cerca de Buenos Aires, inspecciona una colmena. El incremento de la miel artificial procedente de China supone una importante amenaza para mercados apícolas vitales, que afecta sobre todo a países como Argentina, uno de los principales exportadores de miel de América Latina. [Martín Landini]
El apicultor argentino Martín Landini, de la Reserva Natural de Tigre, cerca de Buenos Aires, inspecciona una colmena. El incremento de la miel artificial procedente de China supone una importante amenaza para mercados apícolas vitales, que afecta sobre todo a países como Argentina, uno de los principales exportadores de miel de América Latina. [Martín Landini]

"En Argentina, la diversidad climática hace posible la apicultura en todo el país y ofrece una gran capacidad de producción y variedad", explica a Entorno Martín Landini, apicultor de la Reserva Natural de Tigre, cerca de Buenos Aires.

De la producción anual de miel, que supera las 75.000 toneladas, Argentina destina más del 90% a la exportación, principalmente al por mayor. Los principales destinos de estas exportaciones son Estados Unidos (62%) y Alemania (13%), principales importadores mundiales de este producto natural.

Una amenaza mundial

Los productores de miel chinos recurren a diversas formas de reducir la calidad y el precio, como llamar miel a algo que sólo contiene jarabe o mezclar miel con jarabe.

Los productores chinos también mezclan miel china con jarabe y miel europea para que el brebaje pueda etiquetarse como de "origen europeo", lo que permite vender la "miel" barata en toda Europa y facturarla como producto europeo de primera calidad.

El especialista argentino en procesado y comercio exterior de miel Norberto García Girou dijo a Entorno que, si bien el problema es bastante grave en Argentina, afecta negativamente a otras naciones exportadoras latinoamericanas como México, Cuba, Brasil, Chile y Uruguay. Destacó que esta situación representa una "amenaza global para la apicultura".

"Si la falsificación sigue sin estar bajo control, el futuro de la auténtica apicultura mundial parece poco prometedor, sea cual sea el país. La miel, como producto artesanal, es cada vez más difícil de producir y no puede competir [con los precios] de otros endulzantes industriales", afirmó García Girou.

Habiendo estudiado este asunto durante más de una década, lanza una dura advertencia: si no se pone freno a la alteración de la miel, inevitablemente "supondrá el fin de la apicultura comercial".

En los últimos años, los apicultores de todo el mundo han sido testigos de importantes pérdidas en sus colonias, debidas principalmente a diversos factores antropogénicos. Esta situación amenaza de forma sustancial los ecosistemas y la biodiversidad, debido a que las abejas y otros polinizadores desempeñan un papel esencial a la hora de garantizar la existencia humana y la seguridad de los alimentos.

Aunque la miel es cada vez más difícil de producir, su demanda se ha disparado en los últimos años. Factores como la pandemia de COVID-19 y la creciente tendencia a adoptar hábitos de vida más saludables han contribuido significativamente a este aumento.

"¿Cómo es posible que los supermercados sigan abasteciéndose con miel mientras las poblaciones de abejas disminuyen?", se pregunta Landini.

"Estamos hablando de un alimento muy particular: no es un producto cualquiera. La miel posee valiosas propiedades anti-inflamatorias, antioxidantes y antibióticas."

Sin embargo, "cuando uno compra en el supermercado una botellita de miel etiquetada como 'miel', en realidad no está recibiendo ninguno de esos beneficios; es esencialmente azúcar puro", dijo refiriéndose a algunas de las imitaciones de miel que se infiltran en el mercado.

Envíos sospechosos desde China

Controlar la alteración de este valioso alimento con jarabe es cada vez más difícil, incluso con métodos de análisis avanzados. Se trata de un problema preocupante para la Unión Europea, que compra más del 22% de las exportaciones de miel argentina.

En 2015, la Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea puso en marcha el plan "Desde las colmenas", en el que participan 16 de sus Estados miembros. Las muestras obtenidas entre 2021 y 2022 en el transcurso de este análisis revelaron que varias de ellas incumplían los parámetros de pureza.

El mayor número de envíos sospechosos procedía de China (66 de 89 envíos, es decir, el 74%). Sin embargo, la miel procedente de Turquía (14 de 15 envíos, es decir, el 93%) presentaba el mayor porcentaje de muestras sospechosas, según indica el informe de la Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea.

En el estudio participaron un total de 320 muestras, procedentes principalmente de China, Ucrania, Argentina, México, Brasil y Turquía.

Detectar la alteración de la miel en Europa es un reto agravado por el Código Aduanero de la Unión, que permite a la miel china adquirir legalmente la denominación de origen de países como España, lo que complica aún más la supervisión.

Según un informe de investigación de 2021 titulado "El enigma detrás de la miel china", elaborado por la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos de España (COAG), el uso de este código permite a "operadores de varios Estados miembros de la UE mezclar miel recolectada en España y China".

Esas empresas manipulan cuidadosamente las proporciones para asegurarse de que la miel española "constituya más del 50% en peso de la mezcla, obteniendo así una nueva etiqueta de origen, como "Producto de España", para el producto final".

Expertos del sector como García Girou, miembro de la Federación Internacional de Asociaciones de Apicultura (APIMONDIA), señalaron que una estrategia clave en la lucha contra la alteración, junto a la sensibilización de los consumidores, es la normalización mundial de la regulación de la miel.

"Las normas sirven de referencia definitiva para los jueces y los conflictos jurídicos. Resolver eficazmente estas cuestiones requiere una acción decisiva por parte de las autoridades competentes", sugirió el experto.

García Girou se mostró convencido de que, si bien es difícil erradicar este fenómeno, sin duda puede controlarse para garantizar el "desarrollo habitual del mercado".

Este punto es crucial, dijo, ya que la miel no sólo es un producto económico indispensable, sino también un medio de subsistencia para numerosas familias de toda Latinoamérica.

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