Política
Sin pan, sin combustible, sin dólares: cómo Bolivia pasó de la prosperidad a la decadencia
La escasez de pan azota Bolivia, convirtiendo la modesta marraqueta en un símbolo de la crisis, mientras los votantes se preparan para las elecciones más decisivas de lo últimos 20 años.
![Una mujer aimara compra pan en un mercado de La Paz. Bolivia, que atraviesa una crisis económica que la ha sumido en un malestar social, celebrará elecciones generales el 17 de agosto. [Aizar Raldes/AFP]](/gc4/images/2025/08/12/51489-bolivia1-600_384.webp)
Por AFP |
El bollo de pan se ha convertido en símbolo de la grave crisis económica que atraviesa Bolivia y que parece que va a decidir el resultado de las elecciones más importantes en casi dos décadas.
La marraqueta, que está subvencionada por el Estado, es la baguette de Bolivia.
Pero incluso el humilde "pan de batalla", como se lo conoce popularmente, es difícil de conseguir estos días en La Paz, ya que el Gobierno se está quedando sin los dólares necesarios para importar productos básicos como combustible y trigo.
Ligia Maldonado, de 70 años, intentó conseguir en más de una docena de puestos callejeros lo que ella llama "el pan de los pobres", pero se fue a casa con las manos vacías.
![La gente forma fila para comprar pan en un mercado de La Paz. [Aizar Raldes/AFP]](/gc4/images/2025/08/12/51492-bolivia2-600_384.webp)
"Este Gobierno no da esperanza", dijo desconsolada.
El 17 de agosto, los bolivianos irán a las urnas en la primera vuelta de las elecciones presidenciales y parlamentarias, que podrían suponer un giro hacia la derecha en un país que ha votado firmemente a la izquierda durante toda una generación.
"Cualquier otro será mejor"
Las encuestas de opinión revelan que los votantes están decididos a castigar al partido gobernante MAS, que lleva en el poder 19 años, por las políticas socialistas que, al igual que en Venezuela, son consideradas culpables de llevar al país a la ruina.
Carlos Tavera, un activista socialista de 70 años, dice que le daría su voto al candidato opositor mejor posicionado, incluso si eso significara apoyar a un candidato de derecha.
"Cualquiera sería mejor que este", expresó.
Al igual que en algunos lugares de Venezuela, la vida para muchos en Bolivia se ha vuelto una lucha cotidiana para encontrar productos subsidiados accesibles.
Las filas en las estaciones de combustible de La Paz llegan a veces a alcanzar un kilómetro de largo (0,6 millas).
"Esta mañana llegué a las 6:00 y recién a las 11:00 podré llenar el tanque", contó Manuel Osinaga, taxista, a AFP en una estación de combustible de La Paz.
El trigo, que se utiliza para elaborar harina para pan, también ha comenzado a escasear, al igual que el aceite de cocina, el arroz y los medicamentos.
Wilson Paz, un trabajador autónomo de 39 años, dijo que se vio obligado a comprar pan caro y sin subsidio para alimentar a su familia de siete integrantes.
"No podemos esperar a que lleguen estas elecciones para cambiar este modelo (económico), que tanto nos ha empobrecido", añadió, sin revelar su voto.
Años de caída en la producción de gas, causada por la falta de inversión en la exploración energética, han llevado al país de la prosperidad a la decadencia.
Las exportaciones de gas solo generaron 1600 millones de dólares el año pasado, una cifra inferior al máximo de 6100 millones de dólares alcanzado en 2013.
Protestas callejeras
El dólar se ha duplicado en valor frente al boliviano en menos de un año, lo que a su vez está alimentando una inflación anual del 24,8 %, el nivel más alto desde al menos 2008.
La escasez de productos básicos ha llevado a los bolivianos a salir a las calles en repetidas ocasiones durante el último año, en protesta por la manera en que el presidente saliente, Luis Arce, ha manejado la crisis.
Napoleón Pacheco, profesor de economía en la Universidad estatal Mayor de San Andrés, dijo que el deterioro económico había borrado las mejoras en el nivel de vida logradas bajo el MAS.
"Lo poco que se había ganado en años anteriores se ha perdido debido a la contracción de la economía", declaró a la AFP.
La tasa oficial de pobreza se sitúa entre el 36 % y el 37 %, pero, si se tuviera en cuenta el aumento de la inflación, el 44 % de los bolivianos se consideraría pobre, según la Fundación Jubileo, un grupo de expertos boliviano.
"Sangre, sudor y lágrimas"
El Gobierno ha intentado estabilizar la economía mediante la impresión de dinero, una política que los dos candidatos favoritos en las elecciones, Samuel Doria Medina y el expresidente Jorge Quiroga, se han comprometido a erradicar.
Doria Medina y Quiroga también se han comprometido a cerrar las empresas públicas deficitarias, y tanto ellos como el principal candidato de izquierda, Andrónico Rodríguez, han prometido recortar los subsidios al combustible, entre otras medidas de austeridad.
Durante un recorrido por La Paz la semana pasada, Quiroga declaró a AFP que los bolivianos pueden esperar "un cambio radical para recuperar los 20 años perdidos" si resulta electo.
"Creo que se avecina un período, por citar a Churchill, de sangre, sudor y lágrimas. Debemos prepararnos", afirmó Pacheco.