Política
Los bloqueos a favor de Morales asfixian al granero de Bolivia
Los bloqueos organizados por partidarios del expresidente Evo Morales, encaminados a impedir su detención por acusaciones de estupro en su contra, convirtieron el transporte en Bolivia en un penoso calvario.
Por AFP |
COCHABAMBA, Bolivia -- En un mercado mayorista del centro de Cochabamba, Bolivia, la agricultora Damaris Macías ve entre lágrimas cómo se desechan diez toneladas de tomates, retenidos más de una semana por los bloqueos en las carreteras.
En un día normal, su ciudad natal, Omereque, situada a 270 km de Cochabamba, se encuentra a ocho horas en camión.
Pero los bloqueos organizados por los seguidores del expresidente Evo Morales para impedir su posible detención por el cargo de violación convirtieron el viaje en una odisea de nueve días durante los cuales los productos se pudrieron.
"Solo Dios sabe cuántas lágrimas han causado estos tomates", declaró a AFP la angustiada mujer de 48 años.
Cochabamba, bastión político de Morales, es el crisol de una campaña de bloqueos que comenzó el 14 de octubre tras ser acusado de violación a raíz de una presunta relación con una menor de 15 años mientras era presidente en 2015.
El exmandatario, que intenta ser reelegido, niega las acusaciones, afirmando ser víctima de una "persecución judicial" por parte de su otrora aliado y hoy adversario, el presidente Luis Arce.
Las tensiones políticas se han intensificado drásticamente en la última semana, desde que Morales -quien fue presidente entre 2006 y 2019- acusó al Estado de un intento de asesinato, algo que éste niega.
Alimentos descompuestos
Los enfrentamientos entre sus partidarios y las fuerzas de seguridad han dejado decenas de heridos en los últimos días.
El 30 de octubre Arce ordenó el fin "inmediato" del "bloqueo antidemocrático y criminal".
Calculó el costo de los bloqueos en más de 1.700 millones de dólares y dijo que estaban "teniendo efectos terribles en las familias" al provocar una subida de los precios de los alimentos y el combustible.
Masías no solo perdió sus tomates cuando partió hacia Cochabamba, sino los de todo un vecindario de lo que ella llama "gente pobre".
"Hice todo lo que pude para llegar hasta aquí", dijo, junto a los palés de pimientos y habas verdes en descomposición.
De cuatro bloqueos el 14 de octubre se ha llegado a 24 en todo el país, la mayoría en la zona de Cochabamba, informaron las autoridades.
Desesperados por encontrar una ruta alternativa para llegar al mercado, los productores de alimentos comenzaron a enviar sus mercancías por avión.
Una fila de clientes de 300 metros de largo se formó frente a la oficina de paquetería de Cochabamba de la aerolínea estatal Boliviana de Aviación. Algunos empezaron a hacer fila antes del amanecer.
"Buscamos puentes aéreos para que no se echen a perder nuestros productos", dijo Christian Vrsalovic, un productor lácteo cuyos costos de transporte se han quintuplicado desde que comenzaron las protestas.
Los bloqueos le han costado al sector agrícola, solo en Cochabamba, unos 20 millones de dólares, según estimaciones de la Confederación Nacional de Agricultura de Bolivia (Confeagro).
"Cochabamba es el principal centro económico del país", dijo el vicepresidente de Confeagro, Rolando Morales, quien no tiene parentesco con Evo Morales.
"Todas las exportaciones [de alimentos] de Santa Cruz pasan por aquí rumbo al puerto de Arica, en Chile, para generar las divisas que tanto necesita el país", dijo.
Santa Cruz es el departamento más rico de Bolivia.
'Los clientes nos echan la bronca'
En un mercado minorista de Cochabamba, Ana Luz Salazar alinea los pollos amarillos que le quedan sin vender al final del día.
Desde que comenzaron los bloqueos, el precio de las aves se ha disparado de 2 a 3,40 dólares por kg, lo que ha provocado un desplome de las ventas.
"Los clientes nos echan la bronca. Dicen que 'es muy costoso'. Algunos no compran nada", afirma esta vendedora de 55 años.
En las afueras de la ciudad de 660.000 habitantes, en una granja avícola propiedad del empresario Iván Carreón, de 48 años, las enormes naves habitualmente repletas de gallinas ponedoras se encuentran casi vacías.
Los pollos y gallinas de Cochabamba se alimentan con soja y maíz de la capital regional, Santa Cruz, pero las protestas han cortado las carreteras a Cochabamba.
"Tuvimos que vender 15.000 gallinas (...) para garantizar el alimento balanceado para nuestros otros lotes", explicó Carreón.
Los productores de carne vacuna están en una situación aún peor, ya que el alimento para el ganado es extremadamente escaso, advirtió Morales de Confeagro.
"Cochabamba, a la que solían llamar 'el granero de Bolivia', ahora lo es solo de nombre", afirmó.