Medio Ambiente

La demanda china de ganado boliviano impulsa la deforestación

Los ganaderos bolivianos, que intentan satisfacer la enorme demanda china de carne, representaron el 57 % de la deforestación del país entre 2010 y 2022.

El presidente de Bolivia, Luis Arce, durante su visita a Santa Cruz en octubre de 2022 para lanzar el Programa de Fomento a la Ganadería. [Agencia Boliviana de Información (ABI)]
El presidente de Bolivia, Luis Arce, durante su visita a Santa Cruz en octubre de 2022 para lanzar el Programa de Fomento a la Ganadería. [Agencia Boliviana de Información (ABI)]

Por Aurora Lane |

LA PAZ – La ganadería fue responsable del 57 % de la deforestación de Bolivia entre 2010 y 2022, según un estudio reciente del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA).

Uno de los principales impulsores de esta tendencia es la apertura del mercado chino a las exportaciones de carne boliviana en 2019, lo que creó una industria lucrativa pero dañina para el medio ambiente, como reveló el informe de mediados de octubre, “Causas, actores y dinámicas de la deforestación en Bolivia 2010-2022”.

Bolivia perdió más de 2 millones de hectáreas de bosque en ese período.

En los últimos años, si se clasifican los países por superficie terrestre, Bolivia ha estado entre los principales culpables per cápita de la deforestación .

Las exportaciones de carne vacuna experimentaron un aumento significativo en 2019, impulsadas principalmente por el aumento de las ventas a China. (Instituto Nacional de Estadística [INE]).
Las exportaciones de carne vacuna experimentaron un aumento significativo en 2019, impulsadas principalmente por el aumento de las ventas a China. (Instituto Nacional de Estadística [INE]).
Se muestra un rancho ganadero en Santa Cruz, Bolivia. (Campos de Bolivia)
Se muestra un rancho ganadero en Santa Cruz, Bolivia. (Campos de Bolivia)

Del total del área deforestada boliviana, el 57 % se destinó a la ganadería, el 33 % a la agricultura mecanizada y el 10 % a la agricultura de pequeña escala, según el informe.

Grandes y pequeñas empresas ganaderas bolivianas fueron directa o indirectamente responsables de la pérdida de 1,3 millones de hectáreas en los últimos 12 años.

El informe identifica a las colonias menonitas, las empresas agrícolas, los colonos mecanizados y los pequeños agricultores como otros contribuyentes clave de la deforestación, en particular aquellos que cultivan soja para exportar a China.

Sin embargo, el sector ganadero está vinculado a la mayor parte de la deforestación.

Las exportaciones de carne vacuna despegaron una vez que el mercado chino se abrió a Bolivia en 2019.

En 2019, el entonces presidente Evo Morales celebró el potencial económico de esta industria y estimó que podría generar 800 millones de dólares anuales.

Esas exportaciones aumentaron de 1 millón de dólares a casi 130 millones de dólares anuales entre 2010 y 2022, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

“La producción ganadera se fomenta con la autorización de la exportación de carne bovina a China; no se pudo hacer antes por razones sanitarias”, según el estudio de CEDLA.

Rusia es el segundo mercado externo de carne boliviana, afirmó CEDLA.

Desafortunadamente, ni China ni Rusia son conocidos por aplicar controles estrictos a las importaciones de productos con un impacto ambiental significativo.

Planes para más ganado

Ese impacto ha sido evidente en los últimos años a través de la expansión de la frontera agrícola, la pérdida acelerada de bosques y los incendios forestales recurrentes.

Los incendios forestales han causado estragos en varias regiones de Bolivia, ya que se quemaron casi 10 millones de hectáreas en 2024, según un informe de mediados de octubre del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA).

El departamento de Santa Cruz, principal región productora de carne vacuna, ha sido el más afectado.

Haciendo caso omiso de tales señales de problemas, el Gobierno planea expandir aún más la ganadería, previendo un rebaño nacional de 18,1 millones de cabezas de ganado para 2025, dijo CEDLA.

En Santa Cruz, principal región productora, el hato bovino aumentó un 70 % entre 2010 y 2021, al pasar de 2,7 millones a 4,6 millones de cabezas, según CEDLA.

La cría de 18,1 millones de cabezas de ganado podría provocar una mayor deforestación de la Amazonía y los bosques orientales, advirtió CEDLA.

“Estas políticas van de la mano con otras iniciativas del rubro económico, como la apertura del mercado de China, que no exige criterios de sostenibilidad ambiental en la producción”, añadió.

Si bien los ingresos de divisas son cruciales para Bolivia en medio de su actual crisis económica , “no parecen un buen negocio si se compara con la pérdida del patrimonio natural”, puntualizó CEDLA.

Esos tiempos difíciles comenzaron a principios de 2023, cuando la caída de los precios de las exportaciones de gas natural de Bolivia desencadenó una serie de consecuencias adversas.

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