Crimen y Justicia

El ecuatoriano alias Fito: de capo de la droga a acusado en Estados Unidos

Adolfo Macías es el primer ecuatoriano extraditado en virtud de una nueva ley aprobada por referéndum, lo que supone un paso importante en la campaña del Gobierno contra las poderosas bandas criminales.

El narcotraficante Adolfo Macías, alias "Fito", es custodiado por el ministro del Interior de Ecuador, John Reimberg (derecha), y personal militar a su llegada a la base aérea de Guayaquil, Ecuador, el 25 de junio, tras su recaptura en Manta, provincia de Manabí. [Marcos Pin/AFP]
El narcotraficante Adolfo Macías, alias "Fito", es custodiado por el ministro del Interior de Ecuador, John Reimberg (derecha), y personal militar a su llegada a la base aérea de Guayaquil, Ecuador, el 25 de junio, tras su recaptura en Manta, provincia de Manabí. [Marcos Pin/AFP]

Por AFP |

QUITO, Ecuador -- El antiguo mecánico y taxista Adolfo Macías pasó de ser un delincuente de poca monta a ocupar la cima de la jerarquía de las bandas de narcotraficantes de Ecuador, utilizando la violencia extrema para intentar someter a todo un país a su voluntad.

Sin embargo, su reinado de terror parece haber llegado a su fin, ya que el líder de la banda ecuatoriana "Los Choneros", de 45 años de edad, se declaró "inocente" de los cargos en su contra por tráfico de drogas y posesión de armas en un tribunal de Nueva York el 21 de julio.

En enero de 2024, Macías, alias "Fito", saltó a los titulares internacionales cuando escapó de una cárcel del puerto ecuatoriano de Guayaquil, un centro neurálgico para la exportación de drogas.

Estaba cumpliendo una condena de 34 años de prisión por posesión de armas, tráfico de drogas, crimen organizado y homicidio.

La cárcel no sirvió para frenar las ambiciones de Macías: obtuvo su título de abogado tras las rejas y siguió moviendo los hilos del mundo criminal.

Han aparecido videos en los que se lo ve celebrando fiestas descontroladas en la cárcel, algunas con fuegos artificiales.

En uno de ellos, unos mariachis y la hija del narcotraficante interpretan una balada que glorifica el narcotráfico en el patio de la prisión, mientras él acaricia entre risas un gallo de riña.

Fito ejercía "un control interno significativo dentro de la cárcel", señaló la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en un informe de 2022 tras reunirse con el líder mafioso.

Su fuga provocó que el gobierno desplegara el ejército, lo que enfureció a Los Choneros, quienes respondieron con una ola de violencia.

La banda detonó coches bomba, tomó como rehenes a guardias de una cárcel y asaltó una estación de televisión durante una transmisión en vivo en varios días de intensos enfrentamientos que llevaron al presidente Daniel Noboa a declarar el "estado de conflicto armado interno".

En junio, un mega operativo militar y policial sacó a rastras a Fito, en estado lamentable, de un búnker oculto bajo el suelo de una lujosa vivienda en el puerto pesquero de Manta, donde había nacido.

No hubo disparos y el gobierno se apresuró a publicar fotos de Macías con sobrepeso y desaliñado, con un aspecto bastante menos peligroso que el que le atribuía su reputación.

El 20 de julio en Guayaquil lo subieron a un avión con destino a Nueva York, vestido con pantalones cortos, un chaleco antibalas y un casco, y al día siguiente compareció ante el tribunal. Estaba sonriendo.

'Despiadado'

Macías se convirtió en líder de Los Choneros en 2020, en un momento en que la banda estaba dejando atrás los delitos menores y estableciendo vínculos con los grandes carteles de la droga colombianos y mexicanos.

"El acusado fue durante años el principal líder de Los Choneros, una organización criminal transnacional conocida por su violencia, y era un traficante de drogas y armas despiadado e infame", declaró el fiscal estadounidense Joseph Nocella en un comunicado previo a la audiencia.

"El acusado y sus cómplices inundaron Estados Unidos y otros países con drogas y utilizaron medidas extremas de violencia en su búsqueda de poder y control", añadió.

Macías ha sido vinculado con el asesinato del candidato presidencial y activista anticorrupción Fernando Villavicencio en un acto político en 2023.

Villavicencio había acusado a Los Choneros de amenazas de muerte en su contra.

La banda es una de las muchas a las que se culpa de provocar el derramamiento de sangre en Ecuador, país que en el pasado fue uno de los más seguros del mundo y ahora es uno de los más peligrosos.

El país está ubicado entre los dos principales exportadores de cocaína del mundo, Colombia y Perú, y más del 70 % de toda la producción mundial pasa actualmente por los puertos de Ecuador, según datos del Gobierno.

Bajo el liderazgo de Macías, Los Choneros "han aprovechado sus conexiones e influencia... para convertirse en un eslabón clave de la cadena transnacional de suministro de cocaína", según un análisis del centro de estudios InSight Crime.

Según el informe, la banda supervisa la llegada de cargamentos de cocaína procedentes de Colombia y utiliza una flota de lanchas rápidas para enviarla a Centroamérica y México, desde donde se distribuye a los mercados de consumo de Norteamérica y Europa.

"Con Fito o sin él, Ecuador seguirá siendo uno de los principales países de tránsito de la cocaína", afirmó la ONG.

Macías ya había escapado de la cárcel en 2013, pero en aquella ocasión solo logró eludir a las autoridades durante tres meses.

A finales de julio, se convirtió en el primer ecuatoriano extraditado por su país desde que la medida entró en vigencia el año pasado, tras un referéndum en el que Noboa buscaba la aprobación de políticas para impulsar su guerra contra las bandas criminales.

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