Salud
Cuba se queda sin medicamentos que salvan vidas
Una madre cubana corre contra el tiempo y las farmacias vacías para encontrar medicamentos que salven la vida de su hijo enfermo, en un país donde estos están desapareciendo y la desesperación alimenta el mercado negro.
![Jessica Rodríguez Romero administra medicamentos directamente en el estómago de su hijo Luis Ángelo en su casa de La Habana. Las farmacias y los hospitales cubanos carecen incluso de los medicamentos más básicos porque el país no puede costear los 300 millones de dólares anuales que cuestan las materias primas para la fabricación de medicamentos esenciales. [Adalberto Roque/AFP]](/gc4/images/2025/07/11/51136-cuba1-600_384.webp)
Por AFP |
LA HABANA -- La cubana Jessica Rodríguez Romero nunca sabe si encontrará los medicamentos que mantienen con vida a su hijo de cuatro años en un país que prácticamente se ha quedado sin medicamentos esenciales.
Casi a diario, corre de una farmacia estatal a otra buscando pastillas y jeringas. Cada vez más, tiene que recurrir al mercado negro y pagar sus precios más elevados, si es que este tiene lo que necesita.
Rodríguez, quien dejó su trabajo como fisioterapeuta para cuidar a su hijo enfermo, recibe una subvención estatal mensual de menos de 12 dólares. El salario de su esposo no es mucho mayor.
Y, a medida que Cuba se hunde cada vez más en su peor crisis económica en décadas, con una escasez crítica también de alimentos y combustible, cortes regulares de electricidad e inflación galopante, Rodríguez teme que un día los medicamentos puedan agotarse por completo.
![Vista de los estantes de medicamentos medio vacíos en una farmacia de La Habana. Las farmacias y los hospitales cubanos carecen incluso de los medicamentos más básicos. [Adalberto Roque/AFP]](/gc4/images/2025/07/11/51137-cuba2-600_384.webp)
"Me desespera", dijo la mujer de 27 años a AFP en su casa del barrio habanero de Santa Fe, mientras su hijo Luis Angelo veía una caricatura en su teléfono
"Sé que un medicamento que le falte, que no tenga sondas de aspiración, que una cánula que no pueda cambiar, repercute en la salud del niño, (y) puede llegar a enfermedades graves que pueden costarle hasta la vida".
Luis Ángel nació con el esófago deformado y, mientras espera un trasplante, respira a través de un estoma y come a través de un tubo insertado en el estómago. Padece asma, una afección cardíaca y ataques epilépticos.
El niño depende de siete medicamentos diferentes diariamente y se requieren diferentes tubos, jeringas y otros equipos para administrarlos.
Cuba, famosa por suministrar médicos a otros países y por tener su propia industria farmacéutica, ha incluido desde hace tiempo las vacunas y los servicios médicos entre sus principales exportaciones.
Bajo sanciones estadounidenses desde 1962 y duramente afectado por la pandemia de COVID-19 que prácticamente hundió su industria turística, el país comunista ya no es autosuficiente en materia de salud.
El año pasado, la nación insular de 9,7 millones de habitantes no pudo costear los 300 millones de dólares necesarios para importar las materias primas que necesitaba para producir cientos de medicamentos esenciales.
"No hay nada"
En La Habana y otros lugares, los estantes de las farmacias están vacíos y los hospitales carecen de suministros básicos como gasas, hilo de sutura, desinfectante y oxígeno.
"Hay días que no hay nada y otros aparece algo", comentó un médico en la capital a AFP, con la condición de permanecer en el anonimato.
El sistema de salud cubano está financiado con fondos públicos y su objetivo es ser universalmente accesible. Las farmacias, las clínicas y los hospitales privados son ilegales.
Los pacientes que requieren medicamentos crónicos reciben un documento conocido como "tarjetón", que les permite acceder a medicamentos subsidiados.
Luis Ángel tiene un tarjetón, pero de poco sirve si en las farmacias faltan medicamentos, señaló su madre.
En el mercado negro, debe pagar entre 3 y 4 dólares por un blíster de pastillas: aproximadamente una cuarta parte del salario mensual promedio cubano al tipo de cambio no oficial.
"Es cruel el precio", expresó Rodriguez a AFP.
"Un sendero de luz"
Ante la escasez de medicamentos, que cada vez es peor, el Gobierno permite desde 2021 que los viajeros traigan alimentos y medicamentos en su equipaje, aunque no para revenderlos.
Algunos de estos fármacos alimentan un mercado negro que se beneficia de los enfermos más desesperados con ventas vía WhatsApp o sitios de Internet.
Sin embargo, otros sitios ofrecen medicamentos de forma gratuita o los permutan por comida.
En el ámbito de las ONG, han surgido proyectos para proporcionar medicamentos gratuitos a los cubanos.
Uno de ellos, llamado Palomas, ha ayudado a decenas de miles de cubanos desde su creación en La Habana en 2021.
Se nutre de los medicamentos "que les quedó de algún tratamiento o de lo que trajo alguien del exterior", explicó a la AFP el coordinador Sergio Cabrera.
Cada día, en 13 grupos de WhatsApp, Palomas publica una lista de los medicamentos que tiene disponibles y otra de los que necesita.
Una de las beneficiarias fue la odontóloga Ibis Montalban, de 32 años, quien afirmó que logró conseguir el medicamento para la diabetes crónica de su madre a través de Palomas y agregó: "Gracias, gracias, gracias".
Es duro presenciar el sufrimiento de los cubanos necesitados, afirmó Cabrera.
"Aquí llora mucha gente y muchas veces lloramos con ellos", pero "Palomas ha creado en medio de las incertidumbres, en medio de las carencias, de las tantas desidias (…) un sendero de luz".