Por Edelmiro Franco V. | 2025-01-03

BOGOTÁ -- El proyecto del Metro de Bogotá, que todavía está incompleto, se ha visto envuelto en una controversia por retrasos en la construcción y obligaciones impagas a contratistas locales.

Colombia adjudicó el ambicioso proyecto a un consorcio chino en octubre de 2019.

El proyecto inicialmente fue valorado en 13 800 millones de COP (aproximadamente 4 000 millones de dólares).

La finalización del metro, que se estimaba para 2028, podría demorarse cuatro años, advirtió el año pasado Ana Teresa Bernal, vicepresidenta del Ayuntamiento de Bogotá.

El 23 de diciembre, W Radio reveló irregularidades que involucran al consorcio chino Metro Línea 1 S.A.S., integrado por China Harbour Engineering Company Limited (CHEC) y Xi'an Metro.

Varios constructores y contratistas involucrados en el proyecto Línea 1 del Metro están descontentos con el "no pago de las obligaciones que tienen con ellos desde el consorcio chino encargado del proyecto", según reportó W Radio.

Las fuentes indicaron al medio que tenían facturas impagas hace o150 días y ninguna indicación clara por parte del consorcio de cuándo llegarían los pagos.

Pese a estos retrasos, el consorcio "sigue pidiendo cumplimiento en las obras y también adjudica nuevas actividades sin el respectivo contrato para ello", lo cual agrava aún más la situación.

Incumplimientos de contrato

El informe de la emisora ​​fue corroborado el 23 de diciembre a través de un comunicado de prensa emitido por el estudio de abogados De La Espriella, que representa a un contratista local, Proyecto Metro, en sus relaciones con Metro Línea 1 S.A.S.

El despacho de abogados expuso las quejas de su cliente, citando incumplimientos en la planificación, la ejecución y los pagos según lo establecido en los contratos.

Señaló que el contrato de Proyecto Metro expiró el 23 de octubre, pero siguió cumpliendo con sus obligaciones a pesar de los incumplimientos del contrato y la falta de pago por parte del consorcio chino.

Los contratos en disputa involucran trabajos valorados entre 1500 millones de COP (341 000 de dólares) y 2000 millones de COP (454 545 de dólares).

El cliente de De La Espriella pretende resolver el asunto de forma amistosa, "asegurando la continuidad del proyecto", subraya el despacho de abogados.

Sin embargo, advirtió que, de no recibir respuesta en el plazo estipulado, "procederemos a la suspensión total e indefinida de la misma".

Metro Línea 1 S.A.S. "evidencia la voluntad de continuar burlando las disposiciones contractuales, específicamente en materia de pagos", añadió De La Espriella.

El pasado 1 de febrero, el gerente general de la Empresa Metro de Bogotá, Leonidas Narváez, escribió al consorcio chino expresando serias preocupaciones sobre la ejecución del proyecto.

En la carta, revelada por W Radio a finales de diciembre, Narváez destacó "desviaciones con respecto a lo programado" e "ineficiencias en la gestión" por parte del consorcio Metro Línea 1 S.A.S.

Advirtió que estos problemas podrían crear una "situación de riesgo" respecto de los resultados del proyecto y el cumplimiento de las obligaciones contractuales.

Las irregularidades que involucran a CHEC y Xi'an Metro no se limitan a Colombia; han surgido quejas similares en otros países del mundo.

CHEC, una filial de China Communications Construction Company, ha estado en la lista negra del Banco Mundial desde 2009 por su participación en prácticas de licitación fraudulentas.

Xi'an Metro, con sede en la provincia de Shaanxi, China, opera principalmente en China y es responsable de la construcción y operación del sistema de metro de Xi'an.

Cabe destacar que ninguna de estas empresas chinas tiene experiencia previa en proyectos de metro o ferrocarril en Latinoamérica.

Materiales de calidad inferior

La calidad del trabajo en el Metro de Bogotá, particularmente por parte de empresas chinas, ha generado un importante debate.

Una crítica importante gira en torno a si la calidad del trabajo de las empresas chinas cumple con las expectativas de los países desarrollados.

Además, los retrasos en la construcción han generado dudas sobre la eficacia y la capacidad de gestión de las empresas responsables del proyecto.

Los analistas han destacado diversas incidencias y fallos durante la construcción, que ponen en duda la calidad de los materiales y la mano de obra utilizados.

Además, existe la preocupación de que la transferencia tecnológica esperada de estas empresas chinas no se haya materializado, lo cual obstaculiza el desarrollo de capacidades locales.