Derechos Humanos
La opresión en Rusia alcanza niveles sin precedentes
En Rusia las detenciones, interrogatorios, registros y arrestos se producen casi a diario, según los observadores.
Por Olha Chepil |
KIEV - En un intento por suprimir la disidencia provocada por la guerra en Ucrania, la opresión de los ciudadanos por parte del Kremlin ha alcanzado niveles sin precedentes, según afirman activistas de derechos humanos.
Tras la invasión rusa de Ucrania hace 18 meses, se inició una oleada de opresión en el interior del país.
Durante ese tiempo, casi 20.000 rusos han sido detenidos por su actitud antibélica. Algunos de ellos han sido procesados por causa penal, informó el 24 de agosto OVD-Info, un grupo independiente de defensa de los derechos humanos y de los medios de comunicación.
"Vimos casos de opresión masiva en Rusia bajo el régimen de Stalin. Ahora estamos viendo opresión selectiva en Rusia", dijo Daria Korolenko, abogada y analista de OVD-Info que se encuentra temporalmente en el exilio.
"Más de 700 acusados en causas penales que han sido víctimas por oponerse a la guerra, presos políticos, muchos casos administrativos, y cada día la lista de 'agentes extranjeros' es más larga", comentó a Kontur.
Según Korolenko, la opresión del Kremlin aún no ha llegado al punto de poder calificarse como masiva, pero va en esa dirección.
"Si bien es cierto que por ahora no están ejecutando a disidentes y líderes de la oposición, sí están dando sentencias muy largas", afirmó Alexei Baranovsky, abogado residente en Kiev y portavoz de la Legión por la Libertad de Rusia y de la oposición rusa.
"El régimen del presidente ruso Vladimir Putin aún no ha tocado fondo. Cuando la situación se vuelva insostenible para el régimen del Kremlin, superarán el último obstáculo. Y entonces... tarde o temprano reinstaurarán la pena de muerte", declaró a Kontur.
"Encarcelados sin motivo"
Los tribunales rusos han condenado recientemente al menos a 16 acusados en causas penales, según OVD-Info.
Entre ellos se encuentran Ruslán Leviyev, fundador de Conflict Intelligence Team (CIT), y el periodista de investigación Michael Nacke, condenados en ausencia a 11 años de prisión en agosto.
El Kremlin también declaró al CIT como organización "indeseable" y prohibió sus actividades en el país.
Mijail Afanásyev, redactor jefe del periódico Novy fokus (Nuevo Enfoque), fue condenado en septiembre a cinco años y medio de cárcel. También se le prohibió trabajar como periodista durante dos años y medio tras su salida de prisión.
Ioann Kurmoyarov, ex sacerdote-monje de la Iglesia Ortodoxa Rusa que dirigía un canal de YouTube llamado "Parroquia Ortodoxa Virtual", fue condenado en agosto a tres años de cárcel y tiene prohibido publicar en Internet durante dos años.
En sus vídeos, Kurmoyarov expuso su oposición religiosa a la guerra de Rusia en Ucrania.
Todos los acusados fueron declarados culpables de difundir "historias falsas" o "fakes" sobre las fuerzas armadas rusas basándose en las leyes de censura aprobadas por la Duma en marzo de 2022, pocos días después del inicio de la guerra total contra Ucrania.
Recientemente, el miércoles 4 de octubre, un tribunal condenó en ausencia a la periodista exiliada Marina Ovsyannikova por protestar contra la ofensiva de Moscú en Ucrania.
Ovsyannikova, de 45 años, levantó una pancarta de protesta durante un programa de noticias vespertino en directo en marzo de 2022, pero fue condenada por otra protesta que realizó ante el Kremlin cuatro meses después.
"El tribunal condenó a Ovsyannikova a ocho años y medio de prisión, que deberá cumplir en una colonia penal de régimen general", informó la Fiscalía de Moscú.
En un comunicado publicado el martes antes de la sentencia, Ovsyannikova calificó los cargos contra ella de "absurdos y políticamente motivados".
"Decidieron castigarme por no tener miedo y por llamar las cosas por su nombre", dijo.
"La gente está siendo encarcelada por cualquier cosa", dijo Baranovsky.
"Se les está poniendo entre rejas por cosas como tener una foto equivocada en el teléfono, por ejemplo", dijo. "Hubo casos cuando alguien vio por casualidad el logo del regimiento Azov [de Ucrania] en un teléfono ajeno en el metro, y esa persona fue detenida y procesada".
"Había un hombre en San Petersburgo que creaba carteles contra la guerra en su propiedad. También fue detenido por desacreditar al ejército ruso", continuó. "[El director de teatro] Zhenya Berkovich organizó un espectáculo y fue detenido".
Baranovsky afirmó que han llegado tiempos oscuros a Rusia.
"Esta es una nueva fase, por supuesto", dijo. "Antes de la invasión rusa de Ucrania, no ocurrían cosas así. Ahora presenciamos una opresión extrema. Putin ha bajado un telón de acero sobre Rusia".
Represión "sin precedentes"
El principal experto de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) encargado de investigar la situación de los derechos humanos en Rusia también constató niveles de opresión "sin precedentes" en el país.
En septiembre, Mariana Katzarova, reportera especial de la ONU sobre Rusia, presentó su informe al Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
"El nivel de la opresión contra la sociedad civil, los medios de comunicación independientes y, en general, contra cualquiera que tenga una voz disidente [...] no tiene precedentes en la historia reciente", declaró el 22 de septiembre en una conferencia de prensa en Ginebra.
"La sociedad civil en Rusia ha sido censurada por las autoridades", afirmó, añadiendo que la "opresión es muy sofisticada", con nuevas leyes presentadas prácticamente cada semana "para silenciar" cualquier forma de crítica o disidencia.
La situación aún no es comparable al nivel de opresión de la época estalinista en la Unión Soviética, cuando millones de personas perecieron en los "gulags", afirmó Katzarova. "Pero ahora es la oportunidad... de no dejar que la situación en Rusia se deteriore hasta alcanzar el nivel de las represiones estalinistas históricas en este país".
Rusia se ha negado a permitirle el acceso a su territorio e incluso a reconocer su mandato, que expira este mes, a menos que el Consejo vote a favor de una resolución para prorrogarlo.
En su informe, Katzarova destaca el aumento del número de acusados procesados por "cargos políticamente motivados" desde que Rusia empezó su invasión, con 513 procesamientos de este tipo en 2022 y casi 200 en lo que va este año.
También denunció la creciente utilización de acusaciones de espionaje y traición para silenciar a los periodistas.
"Descontento con el fortalecimiento de Putin"
Casi no quedan organizaciones en Rusia que puedan controlar de forma independiente la opresión dentro del país, dijo Baranovsky, de Kiev. Por eso, nadie sabe exactamente cuántos rusos han sido condenados y detenidos por adoptar una postura antibélica.
"Todas las organizaciones, como las ONG, están prohibidas o han sido expulsadas del país", afirmó.
"Un gran número de mis colegas, periodistas independientes y activistas de los derechos humanos, han abandonado Rusia preocupados por su seguridad", declaró Korolenko, de OVD-Info. "Estamos viendo que muchísimas personas han sido intimidadas, están perdidas, no saben qué hacer".
Daria Apajonchich, artista y feminista de San Petersburgo, organiza festivales y exposiciones contra la guerra desde 2014.
En 2020, las autoridades rusas la incluyeron en la lista de "agentes extranjeros" de los medios de comunicación y el Ministerio de Justicia la obligó a enviar informes de sus actividades cada trimestre.
Ahora, en vez de informes, envía cómics contra la guerra en los que expresa su desacuerdo con la guerra de Ucrania.
"Me multaron por enviar informes al Ministerio de Justicia en un formato incorrecto, y hubo quejas por eso. Puede ser que me pongan nuevas multas", dijo Apajonchich.
Apajonchich, que ahora vive en Tiflis (Georgia), dice que sueña con poder regresar a Rusia.
"Lo más triste es que probablemente en Rusia la gente que se opone a la guerra no lo expresa porque es peligroso", dijo a Kontur. "Abrir la boca resulta aterrador. Pero es obvio que su ira va en aumento, y que el descontento con la postura de Putin va en aumento."