Medios
Caracas y Moscú fortalecen su cooperación para la "difusión de propaganda"
Como parte de su estrategia para mitigar el impacto de las sanciones impuestas a Rusia, Sputnik ha optado por el intercambio de contenido con medios de comunicación oficiales de gobiernos latinoamericanos.
Por Juan Camilo Escorcia |
CARACAS -- La "difusión de propaganda" entre Rusia y Venezuela avanzó significativamente cuando la agencia de noticias rusa Sputnik y la Agencia Venezolana de Noticias (AVN) firmaron el lunes (16 de octubre) un acuerdo para intercambiar contenido en español.
Durante una ceremonia celebrada en Moscú, el jefe de redacción adjunto de Sputnik, Serguey Kochetkov, y la viceministra venezolana del Poder Popular para la Comunicación y la Información, Mardy Nilse Medina Galavis, firmaron formalmente este acuerdo de colaboración, según informó la agencia estatal rusa de noticias.
Durante el acto, Medina destacó la importancia de "mantener un diálogo entre nuestras agencias en varios ámbitos, incluido el intercambio de contenidos sobre Rusia y Venezuela, la colaboración en la radio y las asociaciones con universidades. Esperamos que esto marque el paso inicial para fomentar las conversaciones entre Sputnik y AVN, facilitando numerosas oportunidades futuras".
"Difusión de propaganda"
En un informe publicado en octubre de 2022, la ONG Transparencia Venezuela destacó la existencia de una nueva faceta en la integración ruso-venezolana: la "difusión de propaganda" como medio de cooperación.
Tras la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, parece que los medios estatales venezolanos recibieron órdenes explícitas, que se cree que procedían del Ministerio de Comunicación e Información, en las que se les ordenaba gestionar la información relacionada con el conflicto y contrarrestar lo que se denominó "narrativas antirrusas".
Asimismo, estas directivas destacan que "Venezuela no mantiene una posición neutral" en el conflicto y señalan la importancia de monitorear atentamente "los anuncios oficiales del Ministerio de Defensa ruso y del presidente [Vladimir] Putin".
Las directivas hacían énfasis en plantear la invasión rusa en territorio ucraniano como una "operación especial" destinada a salvaguardar a la población de lo que llamaban el "genocidio por parte del gobierno ucraniano, calificado de neonazi".
Transparencia Venezuela notó el énfasis puesto en el uso del término "neonazi" al referirse a la administración de Volodímir Zelenski.
La ONG destacó que las directivas de contenido fueron distribuidas nuevamente más de un año después, el 2 de marzo, a través de WhatsApp a los miembros de las editoriales y equipos periodísticos de los medios públicos venezolanos.
Una fuente confidencial de AVN envió el mensaje a Transparencia Venezuela.
Como parte de su estrategia de lucha contra las las sanciones impuestas a Rusia por Europa y Estados Unidos, Sputnik ha optado por el intercambio de contenidos con los medios de comunicación oficiales de regímenes latinoamericanos como Venezuela, Nicaragua y Cuba.
Efectos directos
Debido a sus dificultades financieras, el medio de propaganda ruso cerró su oficina en Río de Janeiro en marzo, lo cual ha afectado su capacidad de remunerar a sus empleados en toda Latinoamérica.
Sputnik, la agencia de noticias rusa, cerró su oficina en Río de Janeiro por el impacto del décimo paquete de sanciones contra Rusia, aprobado por la Unión Europea (UE) el 24 de febrero.
El décimo paquete se impuso un año después de la invasión rusa de Ucrania.
"Hoy firmé la terminación de mi contrato con Sputnik Brasil debido al décimo paquete de sanciones de la Unión Europea, que esta vez incluyó a la agencia y obligó a la sucursal de Río cerrar sus puertas", reveló la periodista y ex empleada de Sputnik Marina Lang en Twitter (@marinalang) el 13 de marzo.
Según Lang, "veinte personas de esta oficina han sido despedidas" a raíz de las sanciones, pero señaló que "la agencia sigue existiendo, ya que tiene sucursales en otras partes del mundo. Sputnik seguirá produciendo contenidos en portugués brasileño a pesar del cierre de la oficina".
En marzo de 2022, como parte del primer paquete de sanciones derivadas de la invasión de febrero de 2022, la UE prohibió las emisiones de los medios de noticias Russia Today (RT) y Sputnik News en la UE. La restricción se impuso debido a la sistemática desinformación sobre la guerra, que ambos medios estatales rusos insisten en calificar de "operación militar especial."
A pesar de la sanción impuesta a RT y Sputnik en la UE, sus actividades en Latinoamérica no se vieron afectadas en aquel momento.
Se estima que en América Latina estos sitios rusos cuentan con 30 millones de seguidores.
Sputnik News tiene su sede editorial para Latinoamérica en Montevideo, Uruguay, desde mediados de 2015. La oficina coordina las emisiones de radio, gestiona el sitio web Sputnik Mundo y produce noticias para los medios locales y las sucursales de toda la región.
Según fuentes de Sputnik en América Latina, que prefieren mantenerse en el anonimato, la agencia de noticias rusa emplea de uno a dos periodistas freelance por país para su agencia de noticias.
Estos periodistas cobran entre 1.500 y 2.500 dólares al mes a través de contratos de subcontratación regulados por la normativa rusa.
"Así es como funciona Sputnik en varios países de Latinoamérica. No tiene oficinas registradas ni estatuto jurídico, por lo que evita tener que pagar impuestos locales. Además, prefiere contratar a periodistas locales como freelancers en lugar de emplearlos como personal, ahorrando mucho dinero en términos de beneficios médicos y otros", dijo un ex periodista de Sputnik a principios de este año.
Y añade: "Así, a ojos de los bancos y las autoridades locales, la paga mensual de estos autónomos se parece más a una transferencia internacional que a un salario".
Atraso en los pagos
Otras fuentes afirmaron a principios de este año que corresponsales de Sputnik en Ecuador, Perú, Bolivia y Brasil han renunciado a la agencia por retrasos en los pagos, entre otras razones. Al parecer, los freelancers que trabajan para Sputnik llevan tiempo experimentando problemas de pago, que se han agravado desde la invasión de Ucrania.
"Un retraso en el pago es algo que solía ocurrir a veces, una o dos veces al año, pero desde que se impusieron las sanciones, ocurre repetidamente. Ahora los pagos tardan de dos a tres meses en llegar", declaró un periodista que sigue afiliado a la agencia de comunicación.
Sputnik, propiedad del grupo mediático estatal ruso Rossiya Segodnya (también propietario de RT), utiliza Sberbank para enviar dinero desde Moscú cada mes para pagar a sus corresponsales latinoamericanos. Sberbank, el banco más antiguo y grande de Rusia, es propiedad mayoritaria (60,25%) del Banco Central ruso.
Sin embargo, las restricciones impuestas por la UE a las transacciones con Sberbank desde 2014, junto con el hecho de que algunos de los miembros de su junta directiva hayan sido designados por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento de Tesorería de Estados Unidos por lavado de dinero, pueden haber causado retrasos en los pagos a los freelancers de Sputnik en América Latina incluso antes de la guerra de Putin contra Ucrania.
La UE impuso esas restricciones hace tiempo, tras los primeros ataques militares de Putin contra el este de Ucrania. Putin envió tropas allí y anexó Crimea ilegalmente en 2014.
Pero la prohibición impuesta por EE.UU. a los bancos estadounidenses que actúan como bancos corresponsales de Sberbank desde febrero de 2022, cuando Putin empezó la invasión de su vecino a gran escala, parece ser la principal razón de muchos retrasos en el pago a los colaboradores de Sputnik en Latinoamérica. Esa prohibición se produjo más o menos cuando otros ocho miembros del Consejo de Administración de Sberbank fueron designados por la OFAC, lo que provocó más complicaciones en los procesos de pago.
"Sabemos que los pagos se envían directamente desde Moscú a través de Sberbank a la oficina regional de Sputnik en Montevideo, y desde allí, el dinero se transfiere a las cuentas bancarias de los freelancers de la región, y nosotros los recibimos como transferencias internacionales", dijo otro reportero local vinculado a Sputnik.
Los ejecutivos de Sputnik no "dieron mucha información o aclaraciones a los periodistas latinoamericanos" sobre los retrasos en los pagos o los movimientos de fondos incluso antes de las sanciones, dijo. A pesar de estos problemas, algunos corresponsales siguen trabajando con la agencia debido a las escasas oportunidades de empleo en esta región, aunque hacerlo requiera escribir artículos en defensa de la guerra de Putin.
"Renuncié a Sputnik porque no comparto la posición de los editores en Moscú y Montevideo al calificar la invasión de Ucrania de 'operación militar especial' y porque utilizan la agencia como una máquina de propaganda. Sin embargo, hoy en día no todo el mundo puede permitirse el lujo de renunciar, por lo que algunos corresponsales siguen trabajando allí, a pesar de no compartir la ideología de la agencia", comentó a Entorno un ex corresponsal de Sputnik, hablando también bajo condición de anonimato.
Entorno se enteró de que los periodistas y ex freelancers de Sputnik en América Latina tienen prohibido revelar los asuntos internos de la empresa a otros medios de comunicación hasta tres años después de la finalización de su contrato, según el número 9 (Confidencialidad), apartados 9.7 y 9.9. Por lo tanto, algunos sólo se atreven a hablar bajo la condición de anonimato.