Por AFP y Entorno | 2024-12-04

PEKÍN-- Washington acusa a Pekín desde hace mucho tiempo de ignorar el letal tráfico de fentanilo, que según las autoridades estadounidenses causó más de 70.000 muertes por sobredosis el año pasado.

Estados Unidos se enfrenta a una epidemia de muertes causadas por fentanilo, un opioide sintético 50 veces más potente que la heroína y mucho más fácil y barato de producir.

En la actualidad es la principal causa de muerte en los estadounidenses de entre 18 y 45 años, según afirman las autoridades de este país.

La Administración de Control de Drogas de Estados Unidos ha dicho que China es "la principal fuente de todas las sustancias relacionadas con el fentanilo que se trafican a Estados Unidos".

Y aunque el Servicio de Investigación del Congreso reconoció este año que los suministros directos del fármaco desde China habían sido frenados gracias a los controles más estrictos de Pekín en 2019, afirmó que la medida había desplazado las líneas de suministro.

En lugar de que las drogas se suministren directamente a través de servicios de mensajería internacionales, los componentes químicos se envían desde China a México, donde luego se transforman en fentanilo y se contrabandean a través de la frontera, informó el Servicio.

Muchos de esos componentes son legales en China y tienen un uso médico legítimo como analgésicos, lo que dificulta su procesamiento.

En octubre de 2023, Estados Unidos impuso sanciones a más de dos docenas de entidades y personas con sede en China que presuntamente son la "fuente de suministro" de muchos narcotraficantes, vendedores de la web oscura, responsables del blanqueo de dinero en moneda virtual y cárteles mexicanos radicados en Estados Unidos.

El grupo, que incluía una empresa con sede en Wuhan y varias otras empresas con sede en Hong Kong y el continente, sería presuntamente responsable del envío de aproximadamente 900 kilogramos de "precursores de fentanilo y metanfetamina incautados" a Estados Unidos y México.

"La cadena mundial de fentanilo, que termina con la muerte de estadounidenses, a menudo comienza con empresas químicas en China", declaró en ese momento el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland.

Este verano, un grupo de trabajo antinarcóticos reunido en Washington y China anunció que intensificaría la regulación de tres precursores clave del fentanilo.

Pero aún queda por ver si las últimas restricciones detendrán por completo a los traficantes transfronterizos, que según el Departamento de Justicia "se adaptan al endurecimiento de las restricciones".

Según los analistas, los fabricantes pueden desarrollar nuevas variantes de los precursores sintéticos más rápido de lo que tardan en identificarlos y añadirlos a las listas de sustancias controladas por las autoridades chinas.

Pekín debe adoptar una línea más dura contra las empresas nacionales involucradas en este comercio, indicó Vanda Felbab-Brown, especialista en crimen organizado del Brookings Institution.

El problema se agrava por las extensas redes de lavado de dinero que sustentan el comercio, que, según los analistas, requiere una coordinación más estrecha entre Washington y Pekín para frenarlo.

"Los cárteles internacionales de droga recurren cada vez más a bandas criminales chinas especializadas para obtener servicios de lavado de dinero rápidos, baratos y seguros", escribió Zongyuan Zoe Liu en un informe de septiembre para el Consejo de Relaciones Exteriores.

"Obtener el apoyo de Pekín para detener el flujo de fentanilo ilícito y sus precursores químicos es un primer paso importante para abordar el problema del suministro", escribió Liu.