Sociedad
Desafiando la selva del Darién para huir de la Venezuela de Maduro
Al recordar los cadáveres en el camino, un migrante venezolano comentó: "Esa selva es lo peor que le puede pasar a un ser humano". El colapso del 80% del PIB de Venezuela bajo el mandato de Maduro ha obligado a huir a más de siete millones de personas.
Por AFP |
LAJAS BLANCAS, Panamá -- Oswards Ruiz dijo que no tuvo más remedio que huir de Venezuela después de que Nicolás Maduro se proclamara reelegido en las elecciones de julio que la oposición dice que robó.
Sentado en el suelo junto a una frágil tienda de campaña en una jungla de Panamá, este hombre de 39 años dijo que, después de la votación, empezó a recibir amenazas de muerte por apoyar a la oposición.
"El pueblo logró lo que queríamos: ganar las elecciones. Pero nos las robaron", comentó a AFP.
"Fuimos golpeados por los 'colectivos' (grupos armados pro Maduro) y tuvimos que huir... Escapé de mi país porque querían matarme".
Así que Ruiz y un acompañante cambiaron una situación de peligro por otra, optando por una ardua caminata a través de la selva del Darién que separa a Colombia de Panamá, desde donde esperan llegar a Centroamérica, México y, en última instancia, Estados Unidos.
"Esa selva es lo peor que le puede pasar a un ser humano", comentó Ruiz, agregando que había visto varios cadáveres en el camino.
A pocos metros de su tienda, Rosa Pérez, una compatriota venezolana de 40 años, estaba sentada llorando.
Un familiar que la había acompañado a ella y a su hijo Matías, de 11 años, en el viaje, fue arrastrado por un río en el Darién.
"Cuando cruzaban el río se resbalaron y él (su hijo) logró salir porque su mochila flotaba. El otro no", señaló Pérez, mostrando una fotografía del hombre desaparecido de 25 años, Reiner Jiménez.
"Las ilusiones se fueron abajo"
Una caída del 80% en el PIB en una década bajo el mandato de Maduro empujó a más de siete millones de venezolanos (casi una cuarta parte de la población) a buscar una vida mejor en otros lugares en los últimos años.
Muchos esperaban regresar bajo un nuevo gobierno liderado por la oposición, como habían pronosticado las encuestas.
Pero la idea de otros seis años de Maduro, cuyo reclamo de reelección ha sido rechazado por docenas de países, incluido Estados Unidos, ha empujado a más personas a abandonar el país.
La líder de la oposición venezolana, María Corina Machado, había advertido el día de las elecciones que otros "tres, cuatro, cinco millones" de personas probablemente se irían si Maduro "toma el poder".
En una entrevista con AFP vía Zoom el 27 de septiembre, comentó que "algunas personas no pueden esperar" a que la situación mejore.
"Cuando uno se muere de hambre, cuando no puede inscribir a su hijo en la escuela, cuando no puede pagar los medicamentos... no puede esperar a que estos procesos se consoliden".
En un centro de recepción de inmigrantes en Lajas Blancas, una aldea selvática a unos 250 kilómetros al este de la ciudad de Panamá, cientos de personas duermen en barracas de madera o tiendas de campaña.
El gobierno panameño, con asistencia internacional, brinda servicios básicos que permiten a los migrantes recuperar fuerzas antes de emprender el siguiente tramo de su viaje, hacia Costa Rica.
En 2023, una cifra récord de 520.000 migrantes cruzaron el Darién, arriesgando sus vidas y sus integridad física en un terreno traicionero lleno de pumas, jaguares y otros animales salvajes, así como de bandas criminales.
En lo que va del año, la cifra asciende a unos 260.000, aproximadamente dos tercios de ellos venezolanos.
La cifra es inferior a la del año pasado porque, según Panamá, se cerraron varias rutas selváticas.
Un soldado venezolano, que pidió ser identificado sólo como José por temor a represalias, explicó a AFP en Lajas Blancas que se fue antes de la votación del 28 de julio, con su familia y su perro.
"Muy pocos soldados decidieron quedarse. Yo fui uno de los que decidió salir de mi país, porque no estoy de acuerdo con lo que sucede allí", afirmó.
"Esperábamos que este gobierno terminara y pudiéramos regresar", pero ahora "todas esas ilusiones se fueron abajo".
"La gente se va a morir de hambre"
En la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York la semana pasada, el presidente panameño José Raúl Mulino presentó a Venezuela como un "ejemplo concreto" de la inestabilidad política que, según declaró, estaba impulsando una "migración masiva".
Desde que asumió el cargo en julio, el gobierno de Mulino ha expulsado a decenas de migrantes de Colombia, Ecuador e India en vuelos financiados por Estados Unidos.
Washington ha prometido 6 millones de dólares para la repatriación de migrantes desde la nación centroamericana con la esperanza de reducir los cruces irregulares en su propia frontera sur en un año electoral.
Sin embargo, Panamá está permitiendo el paso a los venezolanos, dada la terrible situación política y económica de su país.
El compañero de viaje de Ruiz, Marcos Arcilla, predijo que más venezolanos se irán "porque la gente se va a morir de hambre allá".
"Nadie pasa por ahí (la selva) porque quiere", añadió Pérez.