Derechos Humanos
Nicaragua cierra una orden franciscana en plena disputa religiosa
Ortega ha exiliado y encarcelado a disidentes y rivales, ha anulado los límites del mandato presidencial y ha tomado el control de todos los poderes del Estado.
AFP |
MANAGUA -- El martes (24 de octubre), las autoridades nicaragüenses clausuraron la sección local de la orden religiosa franciscana, así como 16 ONG, muchas de ellas vinculadas a iglesias católicas y evangélicas con las que el gobierno ha estado en conflicto.
Entre los motivos oficiales que justifican la orden emitida por el Ministerio del Interior figura el hecho de que no hayan declarado sus fuentes de financiación y donaciones.
El gobierno también confiscó los bienes mobiliarios e inmobiliarios de las organizaciones.
Desde su regreso al poder en 2007, el Presidente Daniel Ortega ha exiliado y encarcelado a disidentes y rivales, ha anulado los límites a los mandatos presidenciales y ha tomado el control de todos los poderes del Estado.
La nación centroamericana ha cerrado más de 3.000 asociaciones, ONG y sindicatos a raíz de las protestas de 2018 contra el gobierno de Ortega.
Cientos de opositores han sido detenidos, entre ellos varios candidatos que podrían oponerse a Ortega en las elecciones presidenciales de 2021.
A principios de año, 222 opositores al gobierno encarcelados fueron expulsados a Estados Unidos y como consecuencia se les confiscó su ciudadanía.
La semana pasada, el Vaticano dijo que aceptaría a 12 sacerdotes católicos importantes de Managua, liberados de su detención en un acuerdo con el gobierno. Los franciscanos son una orden católica.
Las relaciones entre el Vaticano y el gobierno se deterioraron durante las protestas, en las que murieron más de 300 personas en enfrentamientos entre la oposición y partidarios del gobierno, según Naciones Unidas.
Mientras que el gobierno de Ortega calificó las protestas como un intento de golpe de Estado promovido por Washington, la violenta represión que siguió provocó una amplia condena internacional.
Estados Unidos y la Unión Europea mantienen sanciones contra el gobierno de Managua.
En marzo, Ortega amenazó con romper las relaciones con el Vaticano después de que el Papa Francisco se refiriera a su gobierno como una dictadura.
Y en agosto, una universidad dirigida por otra orden católica, los jesuitas, dijo que suspendía las clases después de que el gobierno izquierdista anunciara la confiscación de todos sus bienes y acusara a la escuela de terrorismo.
En Nicaragua, cerca de la mitad de sus 6,3 millones de habitantes son católicos.