Crimen y Justicia

Al igual que Pablo Escobar, los narcos de Ecuador crean "narco-zoos"

La policía confiscó más de 6.800 animales salvajes en 2022 y casi 6.000 en 2021 en Ecuador. Se trata de un fenómeno relativamente nuevo que coincide con el surgimiento de una industria clandestina de drogas.

Las veterinarias Carolina Sáenz y Estefanía Rubio atienden a un mono plateado (Lagothrix poeppigii) de seis meses, una especie en peligro de extinción, en el Hospital de Fauna Silvestre de Tueri, en Quito, después de que fuera confiscado por el Ministerio del Ambiente y trasladado a este centro para su evaluación. [Galo Paguay / AFP]
Las veterinarias Carolina Sáenz y Estefanía Rubio atienden a un mono plateado (Lagothrix poeppigii) de seis meses, una especie en peligro de extinción, en el Hospital de Fauna Silvestre de Tueri, en Quito, después de que fuera confiscado por el Ministerio del Ambiente y trasladado a este centro para su evaluación. [Galo Paguay / AFP]

AFP |

QUITO -- Un par de jaguares fueron descubiertos en una jaula en un rancho y dejaron al descubierto una nueva y cruel moda de los jefes del narcotráfico en Ecuador. Se están erigiendo zoológicos privados e ilegales como símbolo de estatus, imitando al barón de la cocaína Pablo Escobar.

En mayo, la policía se encontró con la triste imagen de los dos felinos en peligro de extinción sobre un tronco rodeado de barrotes de hierro.

Se encontraban en una propiedad de Wilder Sánchez Farfán, alias "Gato", presunto narcotraficante vinculado al cártel mexicano Jalisco Nueva Generación y buscado en Estados Unidos.

Fue detenido en Colombia en febrero.

Una lechuza común (Tyto alba), encontrada hace cuatro años en un sitio de construcción, es vista en el centro de rescate El Jardín de Alado, en el sector de Ilalo, en Quito, el 29 de septiembre. [Galo Paguay / AFP]
Una lechuza común (Tyto alba), encontrada hace cuatro años en un sitio de construcción, es vista en el centro de rescate El Jardín de Alado, en el sector de Ilalo, en Quito, el 29 de septiembre. [Galo Paguay / AFP]
Una tortuga de patas amarillas, también conocida como tortuga gigante brasileña, es vista en el centro de rescate El Jardín de Alado, en el sector de Ilalo, en Quito. [Galo Paguay / AFP]
Una tortuga de patas amarillas, también conocida como tortuga gigante brasileña, es vista en el centro de rescate El Jardín de Alado, en el sector de Ilalo, en Quito. [Galo Paguay / AFP]

Además de los jaguares, la policía también ha encontrado loros, periquitos y otras aves exóticas que se cree que Farfan importó de China y Corea del Sur.

Se trata de un fenómeno relativamente nuevo que coincide con el surgimiento de una industria clandestina de la droga en Ecuador en los últimos años, según Darwin Robles, jefe de la Unidad de Protección del Medio Ambiente (UPMA) de la policía.

"Donde hay narcotráfico, seguro que habrá... tráfico de animales salvajes", declaró a la AFP.

¿El objetivo? "Demostrar su poder, su capacidad adquisitiva, su poder económico", dijo Robles.

La policía confiscó más de 6.800 animales salvajes en 2022 y casi 6.000 en 2021 en Ecuador, uno de los países con mayor biodiversidad del mundo.

El país sudamericano, enclavado entre Colombia y Perú, los principales productores de cocaína, ha pasado recientemente de ser un simple lugar de tránsito a convertirse en un centro de tráfico de drogas, con una consiguiente explosión de delitos violentos.

"Símbolo de estatus"

Los jaguares y aves encontrados en la propiedad de Farfán fueron trasladados a centros de rehabilitación para recibir atención médica y de otro tipo.

Pero en la mayoría de los casos, devolverlos a su hábitat natural ha resultado imposible.

La policía también ha encontrado tortugas, serpientes, pieles y cabezas de animales en las propiedades de otros jefes narcotraficantes.

"Tener un animal es un símbolo de estatus... Demuestra el rango de un individuo dentro de una red" de delincuencia organizada, declaró a la AFP un responsable de la Sociedad para la Conservación de la Vida Salvaje (WCS), con sede en Estados Unidos.

El funcionario pidió que no se revelara su nombre por temor a represalias de los grupos de traficantes.

Poseer un gato con manchas, por ejemplo, es un comienzo, pero tener un jaguar es mucho más prestigioso, igual que las propiedades expansivas, los coches de lujo, las obras de arte o las joyas, explicó el funcionario.

En Ecuador, el tráfico de animales salvajes se castiga con hasta tres años de cárcel, mucho menos que en muchos de sus vecinos.

Después de que Escobar fuera asesinado a tiros por la policía en 1993, su colección privada de flamencos, jirafas, cebras y canguros fue colocada en zoológicos.

Pero una manada de hipopótamos fue abandonada a su suerte, reproduciéndose sin control y suponiendo ahora un dolor de cabeza para las autoridades de medio ambiente.

En la actualidad hay más de 100 de estas bestias africanas de dos toneladas vagando libremente por una zona del noroeste de Colombia, provocando choques con las personas y desplazando a la fauna local.

Se teme que los narcotraficantes ecuatorianos causen el mismo impacto negativo en el medio ambiente.

Monos, loros, puercoespines.

En el hospital de animales salvajes de Tueri, en Quito, gatos salvajes, monos, puercoespines, loros y búhos reciben tratamiento tras ser víctimas del tráfico. Muchos llegan desnutridos o heridos.

Según el personal de la clínica, sólo uno de cada cinco se recupera lo suficiente como para volver a su hábitat natural.

Muchos no sobreviven. Otros vivirán sus días en refugios porque ya no saben vivir en la naturaleza.

Los traficantes no comprenden el daño que están causando, afirma el funcionario de la WCS.

"Tener un mono en tu casa significa que has pagado a un cazador a matar a su familia", explicó el funcionario.

Uno de los refugios que recibe animales que no pueden ser reintroducidos es el Jardín Alado Ilalo de Quito.

"Tenemos animales que llegan con las alas amputadas, las garras amputadas y un daño fundamental que es el daño psicológico", dijo Cecilia Guana, que cuida de loros y otras aves en el centro.

"Estas aves ya no se identifican como animales en su estado natural... y tienen que permanecer en lugares como estos".

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