Sociedad

Familia migrante venezolana perece en vuelo trágico en Brasil

Más de 7,7 millones de personas, según la ONU, han huido de las crisis políticas y económicas de Venezuela en los últimos años. Una de esas familias murió trágicamente en Brasil la semana pasada.

Vista aérea de los restos del avión que se estrelló con 62 personas a bordo en Vinhedo, Brasil. [Miguel Schincariol/AFP]
Vista aérea de los restos del avión que se estrelló con 62 personas a bordo en Vinhedo, Brasil. [Miguel Schincariol/AFP]

Por AFP |

VINHEDO, Brasil – Josgleidys González abordó el vuelo 2283 con su hijo de cuatro años y su madre para emprender un largo viaje hacia su Venezuela natal y luego a Colombia.

Pero sus sueños, y los de todos a bordo, se interrumpieron cuando el avión se estrelló, la semana pasada, en el estado brasileño de São Paulo.

La familia, que había emigrado a Brasil, estaba entre los 58 pasajeros y cuatro tripulantes del avión que el 9 de agosto se estrelló en la localidad de Vinhedo, explotando en llamas y sin dejar sobrevivientes.

González tenía 25 años y su bebé Joslan apenas unos meses cuando llegaron, hace cuatro años, a Cascavel, una ciudad de 350.000 habitantes en el estado de Paraná.

Familiares de las víctimas del accidente aéreo de Voepass se abrazan en la entrada del Instituto Médico Forense de São Paulo. (Nilton Fukuda/AFP)
Familiares de las víctimas del accidente aéreo de Voepass se abrazan en la entrada del Instituto Médico Forense de São Paulo. (Nilton Fukuda/AFP)

Allí encontró trabajo como cajera de supermercado, explicó a la AFP su amiga brasileña Thaiza Evangelista.

Los González son parte de los 7,7 millones de personas, según cifras de las Naciones Unidas, que han huido de Venezuela en los últimos años debido a las múltiples crisis políticas y económicas que enfrenta el país.

Sin embargo, a la familia se le hizo costosa la vida en Brasil y decidió mudarse a Colombia, haciendo una breve parada en Venezuela para realizar algunos trámites.

"Tenían amigos (en Colombia) y no habrían tenido que pagar vivienda, porque aquí lo más difícil es el alquiler", comentó Evangelista, de 52 años, que ayudó a la familia con los últimos preparativos del viaje.

"El último mensaje"

Amante de los animales, Evangelista había convencido a su amiga de llevar a su perra Luna, de seis meses, e incluso había recaudado fondos para pagar el costo adicional.

Ella contó que lo hizo por el bien del pequeño Joslan, que "lloraba sin parar, porque no quería dejarla atrás [a la perrita]".

Evangelista les había ayudado a elaborar un complicado plan de viaje: primero volarían a São Paulo, luego tomarían otro avión a Boa Vista, en el norte, para después viajar en una camioneta hasta la ciudad fronteriza de Pacaraima, donde finalmente se subirían a un autobús que, después de 12 horas, llegaría a su tierra natal, Ciudad Bolívar, en Venezuela.

"El último mensaje que me envió fue a las 11:16, diciendo que estaba todo bien y ya embarcando", comentó Evangelista.

Pero poco después, para su consternación, Evangelista empezó a recibir mensajes de texto sobre el accidente de un avión que se dirigía a São Paulo.

"Estaba desesperada... la lista (de víctimas) no salía", dijo por teléfono desde Cascavel, donde se reunió con amigos y vecinos al conocer la trágica noticia.

Más tarde, Voepass confirmó que entre los pasajeros del vuelo 2283 estaban Josgleidys González y su hijo, su madre, María Gladys Parra, y su perra, Luna.

"Una luchadora"

Josgleidys González era "una luchadora", dijo su amiga. Y agregó: "Era muy querida. Es muy difícil mantener tu dulzura, tu honestidad y tu integridad cuando has pasado por tantas dificultades".

Neirelis Orta, una venezolana de 33 años que también emigró a Brasil y vive en Cascavel desde febrero, trabajaba con González en el supermercado.

"Había estado ahorrando para ir a buscar los documentos” de su hijo en Venezuela, contó Orta a la AFP.

"Es muy triste... privarte de tantas cosas, de poder comer bien o comprarte una ropa que te gusta porque tienes un plan, un viaje, y que tus sueños terminen así...”

"Estamos devastados. Lo único que nos decimos una y otra vez es que ella no se merecía eso. Estaba llena de esperanzas y sueños”, lamenta.

"Es realmente horrible".

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