Política

González Urrutia de Venezuela pasa de suplente a líder de la oposición

La mayoría de los países han rechazado la disputada victoria electoral de Nicolás Maduro, y algunos incluso han reconocido a González Urrutia como presidente electo de Venezuela.

Opositores del dictador venezolano Nicolás Maduro participan en una manifestación convocada por el candidato presidencial Edmundo González Urrutia y la líder de la oposición María Corina Machado, frente a la oficina de las Naciones Unidas en Caracas el 30 de julio. [Juan Barreto/AFP]
Opositores del dictador venezolano Nicolás Maduro participan en una manifestación convocada por el candidato presidencial Edmundo González Urrutia y la líder de la oposición María Corina Machado, frente a la oficina de las Naciones Unidas en Caracas el 30 de julio. [Juan Barreto/AFP]

Por AFP |

CARACAS -- Edmundo González Urrutia, un abuelo de voz suave que evita ser el centro de atención, se vio en el punto de mira del férreo régimen venezolano cuando se convirtió en el candidato de última hora de la oposición para las elecciones presidenciales del 28 de julio.

El 8 de septiembre, el hombre de 75 años se vio obligado a huir en busca de asilo a España poniendo en riesgo "su vida", siendo objeto de una orden de arresto por insistir en que era el legítimo vencedor sobre Nicolás Maduro, quien se ha adjudicado un tercer mandato de seis años.

González Urrutia, un diplomático retirado, aceptó su nuevo cargo a regañadientes. Había pocas opciones.

La líder de la oposición María Corina Machado, quien en las encuestas era con diferencia la política más popular de Venezuela, fue descalificada de la carrera presidencial por instituciones leales a Maduro.

Un partidario sostiene un cartel con la foto de Nicolás Maduro que dice "asesino de Venezuela" mientras el candidato presidencial de la oposición venezolana, Edmundo González Urrutia, llega al aeropuerto militar de Torrejón de Ardoz en Madrid. [Thomas Coex/AFP]
Un partidario sostiene un cartel con la foto de Nicolás Maduro que dice "asesino de Venezuela" mientras el candidato presidencial de la oposición venezolana, Edmundo González Urrutia, llega al aeropuerto militar de Torrejón de Ardoz en Madrid. [Thomas Coex/AFP]
El candidato presidencial de la oposición venezolana, Edmundo González Urrutia, habla con sus partidarios mientras la líder de la oposición venezolana María Corina Machado (izquierda), su esposa Mercedes López (derecha) y su hija Mariana González (segunda por la derecha) escuchan durante una manifestación frente a la oficina de las Naciones Unidas en Caracas. [Yuri Cortés/AFP]
El candidato presidencial de la oposición venezolana, Edmundo González Urrutia, habla con sus partidarios mientras la líder de la oposición venezolana María Corina Machado (izquierda), su esposa Mercedes López (derecha) y su hija Mariana González (segunda por la derecha) escuchan durante una manifestación frente a la oficina de las Naciones Unidas en Caracas. [Yuri Cortés/AFP]

Los candidatos sustitutos también fueron excluidos o retirados, y en abril, González Urrutia aceptó una inscripción de último minuto como candidato provisional para la coalición opositora Plataforma de Unidad Democrática (PUD).

Al frustrarse las esperanzas de Machado de reincorporarse, pasó de suplente a capitán del barco contrario.

"Nunca, nunca, nunca imaginé que estaría en esta posición, pero eso es secundario frente al desafío que tenemos por delante", comentó a AFP el analista político y exembajador en Argelia y Argentina, poco después de su nombramiento.

"Ésta es mi contribución a la causa democrática... Ésta es mi contribución a la unidad, a la lucha por una transición democrática".

"Siervo de la República"

El modesto González Urrutia no tiene la chispa de Machado, de 56 años, que fue recibida como una estrella del rock dondequiera que hizo campaña por él.

Camina despacio, se expresa con reserva y tiene un ligero temblor en las manos.

Hablar en público no es su fuerte y el septuagenario tiende a ceñirse a guiones preparados y pronunciados con voz monótona.

Prefiere con mucho que las cámaras y los micrófonos apunten a la carismática Machado, quien viajó por el país para tocar el tambor para su reemplazo, en automóvil, ya que se le prohibió volar.

Ambos se ocultaron después de las elecciones cuando Maduro insistió en que debían estar tras las rejas.

Mientras González Urrutia mantuvo un perfil bajo, Machado salió en público varias veces para encabezar protestas contra Maduro.

Ambos utilizaron las redes sociales para recalcar la supuesta victoria de González Urrutia, con el 67% de los votos emitidos, según un recuento de la oposición.

El 5 de septiembre, Machado llamó al mundo –mucho del cual se ha negado a aceptar la victoria de Maduro– a reconocer a González Urrutia como presidente electo de Venezuela.

Luego, el 8 de septiembre, señaló que huyó a España, que le había ofrecido asilo, porque "su vida estaba en peligro".

González Urrutia continuaría la lucha desde el exterior, afirmó Machado.

"Recuperación y transición"

Descrito por quienes lo conocen como "decente", "inteligente" y "demócrata", a González Urrutia se le atribuye el mérito de haber convertido la coalición de oposición en la fuerza que es hoy. En silencio, detrás de escena, durante los últimos 16 años, trabajó.

Ramón Guillermo Aveledo, ex secretario del grupo de coalición, describió al líder reticente como "un siervo de la república".

González Urrutia insiste en que no tiene aspiraciones personales y constantemente se refiere a Machado como "líder de la oposición".

Uno de los placeres de su vida, indicó antes de las elecciones, era charlar desde su balcón con dos de sus cuatro nietos que vivían en un apartamento vecino en Caracas.

También le encantaba alimentar a las aves exóticas que lo visitaban allí.

Luego, de la noche a la mañana, se vio sumergido en el caos de una campaña que ha visto a los opositores al gobierno de Maduro marginados, arrestados e incluso encarcelados.

Un pequeño sacrificio por un bien mayor, comentó en abril: "Todos debemos luchar por la recuperación y la transición de Venezuela".

"Preparados para todas las situaciones"

Nacido y criado en La Victoria, a 110 kilómetros de Caracas, González Urrutia estudió relaciones internacionales en la Universidad Central de Venezuela en Caracas.

Se incorporó al Ministerio de Asuntos Exteriores y estuvo destinado en Bélgica y Washington antes de convertirse en embajador.

Ha escrito varios libros sobre Venezuela y es un ávido lector de textos políticos. "Choque de civilizaciones" de Samuel P. Huntington y "Sobre China" de Henry Kissinger se encuentran entre los títulos que tiene en la estantería de su casa.

Durante la campaña, González Urrutia se había apegado a un discurso político moderado, haciendo llamados a la reconciliación.

Como presidente, explicó a AFP, trabajará para "unir a los venezolanos (y por) el regreso de los exiliados políticos" seguido de "la recuperación de la economía y de la democracia".

Pero sabía muy bien que el camino puede estar lleno de baches, bajo un régimen que ve a los rivales "no como adversarios sino como enemigos".

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