Por Giselle Alzate | 2024-12-25

BOGOTÁ -- La expansión de empresas chinas de seguridad privada en América Latina aumenta los riesgos para los países en los que operan, advierten analistas.

Esas empresas han aumentado considerablemente su presencia, ofreciendo una amplia variedad de productos y servicios, desde sistemas de vigilancia electrónica hasta personal armado para protección.

Al menos 40 de las 7 000 empresas de seguridad registradas en China operan a escala internacional, incluyendo América Latina, señala un artículo de R. Evan Ellis y Leland Lazarus publicado en 2023 por The Diplomat.

"Aunque las empresas de seguridad privada con sede en China han mantenido un perfil bajo en América Latina y el Caribe, una búsqueda en chino en sitios web como Baidu revela múltiples organizaciones chinas de seguridad privada que operan o buscan oportunidades en la región", afirma el artículo.

Nicaragua, Venezuela y Cuba, países controlados por regímenes totalitarios, son los más propensos a acoger empresas chinas de seguridad privada, según el informe.

Venezuela, rica en recursos naturales y dirigida por un gobierno que busca estrechar lazos con China, se ha convertido en un destino atractivo para estas empresas.

En Nicaragua, la presencia de empresas chinas de seguridad también ha crecido en años recientes. El contexto es el de una estrecha relación sino-nicaragüense que incluye importantes inversiones y cooperación en diversos sectores.

En Cuba, a su vez, la presencia de empresas chinas de seguridad refleja una estrategia geopolítica más amplia, ya que La Habana, históricamente aliada de Rusia, ha tratado de diversificar sus alianzas internacionales profundizando su relación con Pekín.

Influencia ampliada

Más allá de estos países, las empresas chinas de seguridad privada han aumentado sus operaciones en Centroamérica, Colombia, Argentina, Chile, Brasil, Ecuador y las islas del Caribe.

Gran parte de la demanda se debe a la necesidad de proteger las inversiones chinas en sectores como la minería, la energía y la infraestructura, donde la protección de los recursos y el personal es fundamental.

Los países latinoamericanos se enfrentan a menudo a importantes desafíos que impulsan la demanda por seguridad privada, como el narcotráfico, el crimen organizado y los conflictos internos.

En Perú, China Security Technology Group se ha asociado con Grand Tai Peru mediante un memorando de cooperación para prestar servicios de seguridad al sector minero, informa otro artículo de Ellis publicado en The Diplomat en febrero.

Asimismo, Beijing Dujie Security Technology Company se ha establecido en Argentina, mientras que China Overseas Security Group afirma haber "realizado investigaciones in situ para evaluar oportunidades" en el país.

En Centroamérica, Zhong Bao Hua An Security Company informa de "negocios de cooperación estratégica" en Panamá, El Salvador y Costa Rica, mientras que Tie Shen Bao Biao promociona servicios de protección personal en Panamá.

Posibilidades de espionaje

La creciente presencia de empresas chinas de seguridad privada en la región podría ofrecer oportunidades para agentes de inteligencia chinos y fuerzas especiales del Ejército Popular de Liberación (EPL) para ampliar sus actividades, según el artículo de 2023.

"Muchos empleados de empresas de seguridad con sede en China tienen antecedentes en el EPL u otros servicios de seguridad", añade el informe.

Los autores advierten que, ante el aumento de las operaciones militares y de inteligencia de Pekín en el hemisferio occidental —incluido el despliegue de globos espía y la instalación de bases de inteligencia electrónica en Cuba—, los países latinoamericanos deben mantenerse alertas.

"Una presencia creciente de ciudadanos chinos armados en la región, que priorizan los intereses de sus operaciones y compatriotas, y carecen de experiencia en la complejidad de las protestas sociales y la actividad delictiva en América Latina, podría fácilmente provocar la muerte o lesiones de habitantes locales", afirman los autores.

La participación de China en el sector de la seguridad y la defensa en América Latina y el Caribe, aunque relativamente pequeña, es un aspecto estratégicamente significativo de su presencia regional.