Por Andreia Lobato | 2025-02-27

RÍO DE JANEIRO -- El Ministerio de Trabajo de Brasil emitirá en los próximos días al menos 40 actas de infracción contra las empresas chinas BYD, JinJiang, AE Corp y Open por someter a al menos 163 empleados a condiciones similares a la esclavitud.

Los trabajadores estaban construyendo una planta automotriz para BYD en Camaçari, estado de Bahía. Si se completa, será la mayor instalación de BYD fuera de China.

Un reportaje de la Central Brasileira de Noticias (CBN) de la cadena Globo, reveló el 20 de febrero que esas 40 infracciones, que documentan graves violaciones laborales, superan ampliamente el promedio encontrado en casos similares.

Cada infracción podría resultar en una multa que oscila entre 140 y 6 900 dólares.

A finales de diciembre, el Ministerio de Trabajo y la Policía Federal rescataron a 163 trabajadores que fueron encontrados en una situación "análoga a la esclavitud".

Las autoridades informaron que los trabajadores estaban alojados en condiciones extremadamente precarias, sin colchones para dormir, con comida esparcida por el suelo y solo un baño disponible para todos.

La inspección dio lugar a una paralización parcial de las obras en el lugar.

¿Situación actual?

La CBN revisó los documentos de los inspectores, que detallaban una serie de violaciones graves, incluida la ausencia de señales de seguridad, un número inadecuado de fuentes de agua potable, irregularidades en los registros de los trabajadores, horas de trabajo excesivas, restricciones al movimiento de los trabajadores y la confiscación de pasaportes y otros documentos.

Los 163 trabajadores, todos ellos ciudadanos chinos, habían viajado a Brasil específicamente para el proyecto de construcción sin los permisos necesarios para trabajar en el país. Como resultado, los inspectores clasificaron el caso como trata de personas.

Tras la investigación del Ministerio de Trabajo, que se hizo pública, el fabricante de automóviles chino BYD rescindió su contrato con la empresa constructora JinJiang, y los 163 trabajadores implicados fueron enviados de regreso a China.

Sin embargo, los inspectores señalaron en sus informes que originalmente se identificaron 349 trabajadores en el sitio y JinJiang aún tiene que aclarar el paradero de los 186 empleados restantes.

Los investigadores no han descartado la posibilidad de que todavía exista trabajo esclavo, según documentos revisados ​​por la CBN.

La situación ha provocado seis inspecciones adicionales en las obras de la fábrica y en las viviendas de los trabajadores.

Falta de cooperación

Dos sectores de la obra permanecen cerrados debido a que aún no se han corregido las irregularidades encontradas.

Los funcionarios involucrados en la investigación dijeron a CBN que estaban "sorprendidos por la falta de colaboración" de las cuatro empresas chinas que el ministerio estaba investigando.

Un ejemplo que citaron fue la presentación reiterada de documentos en mandarín, sin las traducciones oficiales al portugués requeridas.

Según los funcionarios, hubo "intentos de obstaculizar el trabajo de los auditores fiscales".

El Ministerio de Trabajo también está presionando para que las cuatro empresas chinas vinculadas al caso (tanto las involucradas en la construcción de la fábrica como BYD) sean tratadas como una sola entidad en la investigación, en lugar de como casos separados.

“Si se determina que la gestión de las empresas sea compartida, BYD pasaría a ser responsable directo de todo”, informó CBN.

Mano de obra importada

El acuerdo para construir una fábrica de BYD en Camaçari se anunció en julio de 2023 como un hito clave en los esfuerzos de reindustrialización de Brasil y la creciente relación con China.

Brasil está trabajando para revitalizar su sector industrial después de un largo declive.

Las autoridades brasileñas esperaban que el proyecto generara aproximadamente 20 000 empleos.

Sin embargo, los representantes sindicales ya habían expresado su preocupación por las irregularidades antes de que el Ministerio de Trabajo descubriera casos de trabajo esclavo en la obra. También cuestionaron la decisión de "importar" trabajadores chinos en lugar de contratar mano de obra local.

La empresa directamente responsable de la construcción y de los contratos laborales irregulares es JinJiang, una empresa de construcción privada china con sede en Shenzhen, donde también tiene su sede BYD.

Fundada en 2002, JinJiang ha enfrentado varias demandas en China por violaciones laborales.

Entre 2018 y 2022, la empresa fue condenada en cinco litigios legales por accidentes y lesiones en el lugar de trabajo, además de ser multada tres veces por violaciones de seguridad, según informes de medios locales en Brasil.