Por Andrés Pachón | 2025-01-03

BOGOTÁ -- Los grupos armados ilegales de Colombia han aprovechado el impulso de paz del gobierno para consolidar su poder y ampliar su presencia en territorios clave.

La situación se ve agravada por la utilización de civiles como escudos, lo que complica las operaciones de contrainsurgencia.

Las organizaciones criminales históricamente han visto el anhelo de paz del pueblo colombiano como “una oportunidad para fortalecerse”, comentó en entrevista con Entorno el almirante Francisco Cubides, comandante de las Fuerzas Armadas de Colombia.

Han aprovechado repetidamente los ceses al fuego establecidos durante las negociaciones de paz de los años 80 y 90 y los esfuerzos más recientes, afirmó.

"En la actualidad esta dinámica no ha cambiado," agregó. "Regiones como Arauca, Catatumbo (fronterizos con Venezuela), Cauca, Nariño (fronterizo con Ecuador) y el sur de Bolívar (norte) han sido testigos del fortalecimiento de estos grupos”.

"Continúan financiándose mediante actividades ilícitas como el narcotráfico, la minería ilegal, la extorsión y el reclutamiento forzado de menores".

Diálogos de paz

Desde que asumió el poder en 2022, el presidente Gustavo Petro ha adelantado una política de paz encaminada a negociar con el grupo insurgente de extrema izquierda Ejército de Liberación Nacional (ELN), así como con dos facciones de las disueltas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) -- el Estado Mayor Central (EMC) y la Segunda Marquetalia -- y el grupo paramilitar Clan del Golfo, todos ellos catalogados como organizaciones terroristas.

La iniciativa del gobierno pretende poner fin a décadas de conflicto armado interno, que se ha cobrado unas 450.000 vidas, haciendo que los exinsurgentes se entreguen, se desarmen y se reintegren en la sociedad.

Pero la actual restricción del avance de las operaciones ofensivas ha permitido a los grupos armados ilegales aprovechar la situación para "reorganizarse, fortalecer sus estructuras y expandir su influencia delictiva en zonas estratégicas", señaló Cubides.

Varios grupos armados ilegales se han hecho con un territorio de 324.736 kilómetros cuadrados y cuentan ya con 16.770 miembros en total, según un informe de las Fuerzas Militares de Colombia a finales de 2023, publicado por Noticias Caracol.

Estas cifras representan un crecimiento del 4% en el territorio y del 11% en el número de miembros con respecto al año anterior, según las fuerzas armadas.

La situación para las fuerzas colombianas se ha vuelto aún más compleja, ya que “las dinámicas criminales han cambiado significativamente en los últimos años”, expresó Cubides.

“Estos grupos recurren a estrategias como camuflarse entre la población civil, coaccionar a las comunidades para que les brinden apoyo logístico o información sobre las tropas, e instrumentalizar a los civiles como escudos humanos particularmente tomando niños para este fin y reclutando menores de edad en sus filas".

"Estas formas de delinquir no solo complican las operaciones militares, sino que también buscan deslegitimar la acción estatal y generar tensiones en las comunidades afectadas", agregó.

Cooperación internacional

Las tropas colombianas seguirán utilizando todos los recursos disponibles "para neutralizar las amenazas que representan estos grupos", afirmó Cubides.

Expresó su confianza en fortalecer lazos estratégicos con sus pares latinoamericanos y estadounidenses con el fin de "contrarrestar las amenazas y delitos transnacionales que afectan la estabilidad regional, logrando una mejor unidad de esfuerzo en la lucha contra los grupos armados ilegales y otros desafíos comunes".

Cubides también destacó los avances en "en la planificación y asignación de recursos para iniciativas conjuntas que trascienden los pilares tradicionales de seguridad, lo cual incluye trabajos destacados en ciberseguridad, defensa regional y la lucha contra amenazas emergentes".