Por Giselle Alzate | 2023-07-19

QUITO -- Cuando el Ministerio de Educación de Ecuador firmó en 2015 un contrato sin licitación con China Railway para construir 200 escuelas prefabricadas por 196 millones de dólares estadounidenses, se esperaba que el trabajo se completara en 21 meses.

Ocho años después, China Railway solo ha construido 50 escuelas, y solo 20 de ellas pueden utilizarse.

Este faltante de las escuelas acordadas en el contrato ha generado un impacto significativo en el sistema educativo ecuatoriano y ha provocado costosos procedimientos legales.

“Vamos a construir lo que hemos llamado las 'Escuelas del Siglo XXI', prefabricadas, con materiales antisísmicos, térmicos y con soluciones acústicas de alta calidad”, anunció en septiembre de 2016 el entonces presidente Rafael Correa. “Costarán menos de 1 millón cada una y se pueden construir en solo tres meses, con los materiales ya en el terreno".

Una investigación de los medios digitales Código Vidrio y Revista Vistazo descubrió que la administración de Correa había firmado un acuerdo con el objetivo de construir 200 Escuelas del Siglo XXI antes de que terminara su mandato en 2017.

Además de construir 200 escuelas prefabricadas, China Railway también se había comprometido a construir una planta de materiales para la construcción de estas escuelas y casas.

La investigación mediática publicada el 30 de junio descubrió que desde el momento de la promesa de Correa había pasado más de un año desde la firma del contrato y aún no se había construido ninguna escuela.

El proyecto Escuelas del Siglo XXI estaba vinculado a un préstamo con el Bank of China Limited, el mismo sistema de muchos otros proyectos firmados con firmas chinas bajo el gobierno de Correa.

Seis años después de la firma del contrato, la Contraloría de Ecuador emitió un informe que determinó varias irregularidades en el proceso de contratación. El informe también concluyó que la empresa china no cumplió con los "requisitos de experiencia minimos" para el proyecto.

Fue recién a principios de 2017, en plena campaña electoral, que el gobierno comenzó a inaugurar las primeras Escuelas del Siglo XXI construidas por China Railway.

Anteriormente, el gobierno ecuatoriano no había criticado ni cuestionado a China Railway por no cumplir con lo pactado.

Los analistas sostienen que esta situación se debió a la gran dependencia del gobierno por los préstamos chinos. El gobierno de Correa se mostró reacio a poner en peligro su relación con China, que era su principal fuente de financiación.

"Inconsistencias y omisiones"

Sin embargo, con la llegada del gobierno de Lenín Moreno (2017-2021), el Ministerio de Educación inició la finalización unilateral del contrato con China Railway.

Para entonces, se consideró que la empresa había incumplido el acuerdo y se descubrió que había utilizado materiales de baja calidad en las escuelas que había construido.

Como resultado, el gobierno aceptó solo 20 de las 50 escuelas construidas, mientras que el resto quedó bajo la custodia de la empresa china.

Aludiendo a la rescisión unilateral del contrato por parte del gobierno ecuatoriano, China Railway inició una demanda. La empresa exige 100 millones de dólares por daños y perjuicios, que según afirma es la cantidad que invirtió en el proyecto.

Según los documentos del proceso de contrato, China Railway construyó solo 50 de las 200 escuelas prometidas entre diciembre de 2016 y diciembre de 2017. Además, arrasó 10 terrenos, pero no se construyó ninguna infraestructura en ellos.

“Se encontraron inconsistencias y omisiones. Algunas de las escuelas fueron recibidas por necesidad y con expedientes provisionales, a pesar de que había riesgos de infraestructura”, declaró Roberto Acosta, coordinador jurídico del Ministerio de Educación, quien señaló que no ocupaba ese cargo cuando se inició el litigio entre las partes.

La Contraloría encontró varias irregularidades en la construcción de las Escuelas del Siglo XXI, entre ellas el incumplim iento de China Railway para “entregar las unidades educativas de acuerdo con el cronograma establecido”.

El plazo de entrega era el 9 de junio de 2018, que la empresa no cumplió, lo que generó una multa de 29 millones de dólares estadounidenses.

Por su parte, la firma china alega que los terrenos no fueron entregados a tiempo para instalar las escuelas prefabricadas y que el suelo no era el indicado para su instalación.

Correa fue condenado en ausencia a ocho años de prisión por cohecho en 2018. La sentencia fue confirmada por la Corte Suprema de Justicia de Ecuador en 2020, pero Correa sigue prófugo y se encuentra refugiado políticamente en Bélgica.

Durante su mandato, Correa firmó varios contratos de construcción de infraestructura con empresas chinas y bancos de dicho país prestaron miles de millones de dólares a Ecuador.

Desde entonces, estos préstamos han generado un grave problema de deuda para Ecuador, teniendo que renegociar acuerdos de pago con China por infraestructura de mala calidad, como es el caso de la represa Coca Codo Sinclair.