Diplomacia
La Asociación entre Estados Unidos y Latinoamérica es fundamental para combatir las actividades de espionaje de China
Una 'base de espionaje' china en Cuba es el último ejemplo de las crecientes operaciones de espionaje de Beijing en Latinoamérica.
![Vista de la entrada al Barrio Chino en La Habana. Los analistas advierten que la base de espionaje de China en Bejucal, Cuba, y su potencial centro de entrenamiento militar conjunto con La Habana ponen en peligro la seguridad de Estados Unidos y América Latina. [Yamil Lage/AFP]](/gc4/images/2023/07/06/42666-cuba_china1-600_384.webp)
Por Juan Camilo Escorcia |
Las incursiones de China en Latinoamérica están generando preocupaciones entre las agencias de seguridad en el hemisferio occidental, en particular las noticias recientes sobre una "base de espionaje" china y un centro de entrenamiento militar en Cuba.
Los analistas han enfatizado durante mucho tiempo la necesidad de una acción conjunta de los países latinoamericanos y Estados Unidos para abordar los riesgos de seguridad que plantea la presencia militar de China en la región.
Sin embargo, enfatizan que tal acción no debe verse como una provocación o una amenaza para Beijing, sino como una medida necesaria para proteger sus propios intereses.
“Estados Unidos necesita una respuesta coherente más amplia a la creciente presencia de China en Latinoamérica”, escribió James Bosworth, analista político, económico y de seguridad y especialista en Latinoamérica, el 12 de junio para World Politics Review (WPR).
![Un piloto de la Fuerza Aérea de EE. UU. observa un supuesto globo de vigilancia chino mientras se desplaza sobre el centro de Estados Unidos el 3 de febrero. [Departamento de Defensa de EE. UU.]](/gc4/images/2023/07/06/42897-fpmvm_txgaurlnm-600_384.webp)
![Personas caminan junto a una tienda de Huawei a lo largo de una calle peatonal rodeada de tiendas y centros comerciales en Shanghái, el 12 de octubre pasado. Huawei, que aparentemente es un fabricante inocuo de teléfonos celulares y productos de consumo, en realidad cuenta con un gran apoyo del gobierno chino y tiene vínculos profundos con el Ejército Popular de Liberación. [Héctor Retamal/AFP]](/gc4/images/2023/07/06/42898-32le4ul-highres-600_384.webp)
"En esa perspectiva a largo plazo, mantener abiertas las líneas de comunicación es fundamental, tanto entre EE. UU. y China, como entre EE. UU. y sus socios en la región", declaró.
"Un primer paso importante es lograr que Latinoamérica se preocupe por el tema".
Base de espionaje de la época soviética
El 8 de junio el Wall Street Journal (WSJ) dio la noticia que China y Cuba habían llegado a un acuerdo secreto para que Beijing estableciera una base de escuchas electrónicas en la isla.
La base de espionaje estaría situada en Bejucal, Cuba, a 32 kilómetros al sur de La Habana y a unos 160 kilómetros de Miami.
Después de que el periódico informara sobre el acuerdo, el gobierno cubano negó su existencia, mientras que el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, indicó en una conferencia de prensa regular que no estaba al tanto de la situación.
Sin embargo, un día después, Beijing advirtió a Estados Unidos que no "interfiriera en los asuntos internos de Cuba".
Aunque los informes iniciales de la prensa indicaban que China estaba instalando una nueva base de espionaje en Cuba, desde entonces el gobierno de EE.UU. ha calificado esta información como "inexacta".
Pareciera que China está utilizando en cambio una antigua base de escucha de la época soviética que operó en Bejucal desde 1960 hasta 2002. La base, conocida como la estación Lourdes SIGINT (Inteligencia de Señales), fue en su momento una de las mayores instalaciones de este tipo del mundo.
El 10 de junio un funcionario de la Casa Blanca señaló a la AFP, bajo condición de anonimato, que China ha estado operando una unidad de inteligencia en Cuba durante años y la actualizó en 2019, en un esfuerzo por mejorar su presencia en la isla caribeña.
"Esto está bien documentado en el informe de inteligencia", comentó el funcionario.
Estados Unidos sostiene que la base se utiliza para interceptar las comunicaciones electrónicas de EE. UU., según un documento de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de EE. UU. de noviembre de 2022.
“[El Partido Comunista de China] mantiene presencia física en las instalaciones de inteligencia de la época soviética en Bejucal, en lo que parece ser una operación de recopilación de inteligencia de señales”, expresa el documento de la FCC, citando un informe de 2018 de la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad de Estados Unidos y China.
"Ya sea que los informes sobre Cuba sean ciertos o no, hay pocas dudas de que China está utilizando Latinoamérica para el espionaje", expresó Bosworth.
“Tener una base de espionaje operando frente a la costa de Estados Unidos es una amenaza que [Washington] no puede ignorar e incluso debería tomar en serio”, puntualizó.
Ofrecería a Beijing "una capacidad mejorada para monitorear las comunicaciones dentro de los EE. UU., incluidas algunas frecuencias de radio que no se pueden monitorear desde el otro lado del mundo", añadió.
Washington teme que la base permita a China monitorear el tráfico de barcos estadounidenses y captar comunicaciones del sudeste de Estados Unidos.
Gigantes de telecomunicaciones chinos involucrados
La alarma sobre la base de espionaje en Cuba sigue al incidente del globo espía chino a principios de este año.
Durante varios días el globo pasó sobrevolando Norteamérica, incluso sobre una serie de sitios clasificados, hasta que el ejército estadounidense lo derribó el 4 de febrero.
Luego de derribar el primer globo de vigilancia chino sobre el Océano Atlántico, el gobierno de EE. UU. notificó a los países latinoamericanos que un segundo globo estaría cruzando su territorio.
Según las autoridades el segundo "globo de vigilancia de gran altitud" chino sobrevoló Costa Rica y Nicaragua, pasó sobre territorio colombiano y luego ingresó a Venezuela.
Beijing niega que use globos espía y dice que la enorme nave derribada frente a la costa este de los Estados Unidos era para investigación meteorológica, mientras que la que se vio sobre América del Sur era para entrenamiento de pilotos.
El caso del globo provocó un renovado enfoque en la mayor empresa de tecnología de China, Huawei.
Huawei, que aparentemente es un fabricante inocuo de teléfonos celulares y productos de consumo, en realidad cuenta con un gran apoyo del gobierno chino y tiene vínculos profundos con el Ejército Popular de Liberación.
Huawei y ZTE, otro gigante chino de las telecomunicaciones, también parecen estar involucrados en la base de espionaje.
Funcionarios estadounidenses han analizado información que indica que trabajadores de Huawei y ZTE habían entrado y salido de instalaciones sospechosas de albergar operaciones de espionaje chino en Cuba, como informó el WSJ el 21 de junio.
Aunque no se sabe si Huawei y ZTE producen herramientas avanzadas de espionaje, poseen la tecnología que podría usarse para facilitar tales operaciones, incluidos servidores y equipos de red capaces de transmitir datos a China.
Esfuerzos diplomáticos
Estados Unidos debe desarrollar una estrategia a largo plazo junto con Latinoamérica para contrarrestar la creciente presencia de China en la región, indicó Marcela Prieto, vicepresidenta de relaciones institucionales de Visión Américas, una firma de relaciones públicas con sede en Washington.
En el corto plazo, dijo, Washington debe adoptar un enfoque diplomático de "poder duro". Esto no significa abrir la puerta a la guerra sino empezar a mostrar los dientes y demostrar que está preparada para responder a las amenazas.
Sin embargo, también es importante mantener un enfoque de "poder blando" en la diplomacia, que ha sido eficaz para detener algunos de los avances de China a través del diálogo.
Este es el enfoque que debe seguir el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, tras su reciente visita a Beijing, comentó Prieto.
Blinken advirtió a los líderes chinos sobre las "profundas preocupaciones" de su gobierno con respecto a los informes sobre las operaciones sensibles de Beijing en Cuba.
"Dejé muy claro que tendríamos grandes preocupaciones sobre las actividades militares o de inteligencia de la República Popular China [RPC] en Cuba", explicó a los periodistas en Londres, el 20 de junio, luego de su viaje a Beijing.
“Esto es algo que vamos a estar monitoreando muy, muy de cerca, y hemos sido muy claros al respecto”, afirmó. "Y protegeremos nuestra patria, protegeremos nuestros intereses".
Blinken se reunió con el presidente Xi Jinping y los jefes de política exterior de China durante su visita de dos días, el viaje de más alto nivel de Estados Unidos a China en cinco años.
Washington señala que La Habana y Beijing están en conversaciones "avanzadas" sobre la construcción de una instalación militar en la costa norte de Cuba.
Funcionarios estadounidenses se han puesto en contacto con funcionarios cubanos para tratar de detener el acuerdo, expresando su preocupación de que Cuba estaría renunciando a su soberanía al permitir que China construya una base militar en su territorio, informó el WSJ el 20 de junio.
Sin embargo, Blinken enfatizó la importancia del diálogo con China y destacó la "larga relación" entre Xi y el presidente estadounidense, Joe Biden.
"Sería irresponsable no participar, irresponsable porque hace más probable la posibilidad de malentendidos, errores de cálculo y, por lo tanto, conflicto", concluyó.